A cien años de su creación
En la
religión judía el color negro se encuentra asociado con la tristeza, mientras
que el blanco es símbolo de alegría (Bodrodowski de Adaszko, 2006). El
cristianismo, estrechamente vinculado en sus orígenes al judaísmo, conservó el contenido simbólico de esos colores, los cuales fueron por lógica
determinantes en el claroscuro característico del ambiente funerario: si no el
negro o el blanco puros, entonces el gris o, en extremo, los colores cálidos
apagados.
Señala Cartay (2002) que en las
costumbres luctuosas decimonónicas de la sociedad citadina venezolana, el negro
era la expresión cromática por excelencia del dolor por la pérdida de un ser
querido. Añade este autor que “no solo se expresaba el dolor en la indumentaria o en
el comportamiento, sino además en la escenografía hogareña…. Los radios eran
enmudecidos, la música y el baile eran proscritos…. Y los amos del muerto se
encerraban en sus casas” (p.s/n.). El tono un tanto irónico del texto de Cartay
es sin duda reflejo de los cambios de actitud y comportamiento que frente al
hecho de la muerte (al menos de la muerte natural) han tenido lugar en los
últimos ciento cincuenta años, y, particularmente, a partir de la segunda mitad
del siglo XX.
Sobre
la significación de estos cambios en relación con los cementerios, Acosta
(2006) se refiere a las construcciones funerarias como manifestación dinámica
de representaciones sociales en permanente transformación, y sus elementos
constitutivos pueden ser sujeto de lectura y contextualización histórica para
comprender los cambios culturales, reflejados en la simbología y en los ritos
asociados a la misma.
Partiendo de la consideración de los
cementerios como documento sobre la sociedad que los crea y utiliza, La Primavera muestra
manifestaciones diversas que podrían ser producto de cambios en los valores
sociales. Entre estos cambios se encuentran una posible percepción nueva acerca
de lo luctuoso y un particular comportamiento derivado de dicha circunstancia.
En efecto, en el cementerio maracayero toma cada vez mayor presencia un
colorismo que, tal vez iniciado en la intervención del mobiliario (cruces,
imágenes de bulto o floreros), ha venido conquistando el cuerpo entero del
monumento funerario. [1]
Prácticamente todos los monumentos
observados con este tipo de intervenciones son característicos de los sectores
menos pudientes, los cuales de ordinario muestran mayor flexibilidad en lo que
respecta a las convenciones sociales. No obstante, la evidencia del fenómeno en
una tumba de factura más elaborada (revestimiento de granito; posible obra de empresa marmolista local) parece indicar que se trata de una
manifestación en proceso de avance.
Este colorismo pudo haber tenido su
punto de partida en las licencias reservadas a las “almas puras” (vírgenes e
infantes), en cuyo tratamiento funerario se admitía el blanco, y en el caso
particular de niñas y niños, también el rosado, el azul o el amarillo, tal como puede
observarse en las siguientes imágenes de tumbas infantiles, construidas hacia las décadas de 1950-1960.
Para los adultos, el ajedrezado blanco y verde, por ejemplo, o las baldosas en hormigón estampadas con motivos discretamente coloreados pudieron haber sido un primer paso hacia el colorismo. Luego, y frente a la necesidad de dar un mantenimiento económico al monumento del ser querido, la cubierta de pintura, al principio blanca, ampliaría su paleta cromática incluso hasta el rojo brillante. [2]
Para los adultos, el ajedrezado blanco y verde, por ejemplo, o las baldosas en hormigón estampadas con motivos discretamente coloreados pudieron haber sido un primer paso hacia el colorismo. Luego, y frente a la necesidad de dar un mantenimiento económico al monumento del ser querido, la cubierta de pintura, al principio blanca, ampliaría su paleta cromática incluso hasta el rojo brillante. [2]
Los cambios perceptivos de lo luctuoso de la comunidad local se evidencian también en la ornamentación de los monumentos (exorno), en los cuales puede además apreciarse una estrecha relación deudo-difunto que en ocasiones llega a desdibujar la frontera entre la vida y la muerte. Ejemplo de ello son las ofrendas al ser querido fallecido, generalmente en ocasiones especiales (cumpleaños, día de difuntos, navidad u otra fecha conmemorativa o de celebración).
La rica manifestación de la
creatividad popular se evidencia también en la decoración de los monumentos
mediante flores y coronas artificiales, lazos y otros objetos artesanales o
comerciales. En La Primavera
se ha observado una amplia variedad de ramilletes, guirnaldas y coronas
elaborados con flores de “foami”, de masilla sintética, de plástico o latón
recortado y pintado, de tela o de tapas metálicas de borde corrugado, a menudo
trabajadas y dispuestas con sentido estético. [3]
El reciclaje y el ingenio se alían de este modo para economizar en gastos y para garantizar una prolijidad más duradera en las ofrendas; pero también con el objeto de elaborar la pérdida de una manera íntima y personal (Borges, 2005).
NOTAS
[1] Las imágenes usadas en la presente entrada fueron tomadas por P.G.H.S. entre 2009 y 2010.
[2] Este fenómeno no es, desde luego, exclusivo de La Primavera, y ni siquiera del país. En el Cementerio Municipal de Coro (estado Falcón, Venezuela), puede apreciarse por ejemplo una excepcional manifestación de este género en la tumba de Eustacia Medina, fallecida el 04 de marzo de 1969.
Foto: P.G.H.S. (2009).
Olivas (2011) reseña que en el cementerio de San Francisco de Huambocancha (Cajamarca, Perú), fundado el 26 de mayo de 1942, "existen más de 300 entierros con lápidas y cruces talladas en piedra granito y cruces de madera". Y al respecto señala también lo siguiente: ..."Parece que al inicio, las cruces y lápidas sólo llevaban cincelado el nombre del difunto y la fecha de su fallecimiento, pero con el correr de los años los artesanos picapedreros del lugar comenzaron a aplicarles colores llamativos como para que los familiares puedan ubicarlos rápidamente y mantener un recuerdo menos lúgubre del ser querido" (s.n/p.).
Foto extraída de Olivas (2011).
[3] Estas expresiones tampoco son distintivas de La Primavera y de Venezuela: en el cementerio Père Lachaise de París puede observarse numerosas versiones en cerámica sobre el motivo de ofrenda floral. Es asimismo común su numerosa presencia sobre una misma sepultura.
Fotos: P.G.H.S. (2014).
A un costado de la tumba de Jim Morrison, el tronco de un árbol luce un tapiz multicolor de trozos de goma de mascar que pegan los jóvenes visitantes en contestatario tributo a la estrella del rock, y tal vez como constancia de su paso por el más popular de los monumentos funerarios de este cementerio.
Fotos: P.G.H.S. (2014).
FUENTES
Acosta, M. (2006). La dinámica de la simbología
funeraria: Transformaciones materiales en el cementerio judío de Linniers. Acervo [Revista en línea], 5(1), 42-55. Disponible: www.acervohistoricozulia.com/descargas/acervo_rev1-vol5.pdf
Bodrodowski de Adaszko, S. (2006). Historia, rituales religiosos, costumbres, leyendas y preceptos en los entierros judíos. Acervo [Revista en línea], 5(1), 56-72. Disponible: www.acervohistoricozulia.com/descargas/acervo_rev1-vol5.pdf
Borges, M. E. (2005). Expresiones de cuño popular en cementerios brasileños [Artículo en línea]. Disponible: http://artefunerariabrasil.com.br/admin/upload/artigos/expressiones%20de%20cuno%20popular.pdf
Cartay, R. La Muerte.
(2002). Fermentum, 12(34), 447-470.
Olivas, M. (2011, Noviembre 01). Para Las Almitas, La Casa Más Bonita. Revista Anubis [Versión digital]. Disponible: https://revistaanubis.wordpress.com/2011/11/01/para-las-almitas-la-casa-mas-bonita/#more-184
Olivas, M. (2011, Noviembre 01). Para Las Almitas, La Casa Más Bonita. Revista Anubis [Versión digital]. Disponible: https://revistaanubis.wordpress.com/2011/11/01/para-las-almitas-la-casa-mas-bonita/#more-184
Qué interesante la verdad, sobre todo esas decoraciones, como una extensión de la casa, podría decirse, con sus guirnaldas navideñas.
ResponderEliminarUn saludo y feliz 2016
Así es, Claudia... Las manifestaciones culturales funerarias, sobre todo las de carácter popular, son tan diversas y tan abundantes en contenido, que darían para hacer un montón de interesantes trabajos en diferentes áreas: arte, sociología, psicología, antropología...
ResponderEliminarLos que yo dijo que el cementerio la primavera a sido un tero para los difunto de ese cementerio...porq los mismo seputores se prestaba para su colaboración de llevarce los cranio de los difunto para venderlo en 100$ a los palero ..porq no sé roban el cranio de Jacinta flores..porq saben que ella si los vas a castigar por su robo i su fachoria que hacen en ner cementerio la primavera..Venezuela..estado aragua maracay. Un gran saludo de mi parte grasia 18/2/2022 ..2;05;pm
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