“Algo está fallando”, escribe Agustín Santana al advertir que el ciudadano en general no conoce el Patrimonio que le identifica como miembro de una comunidad, razón que impide vivirlo como propio y convertirse en su protector y transmisor. Dicho autor aboga por una comprensión del bien patrimonial integrado en un territorio, contextualizado y compatible con múltiples usos. Bajo tales principios se desarrolla este blog, que aspira enriquecerse con la participación activa de sus lectores.
lunes, 9 de abril de 2012
La primera Bendición del Mar en Cata y Ocumare de la Costa
Fotos de Luís Sánchez (El Siglo, 2012).
Leo en el periódico regional El Siglo que el día de ayer, Domingo de Resurrección, se realizó por primera vez la Bendición del Mar en las playas de Cata y Ocumare de La Costa, estado Aragua (Ortega, 2012). Unos sesenta lancheros habrían participado con sus botes en esta manifestación propia de la Semana Santa -donde se agradece la riqueza de los recursos naturales y se bendice el mar como fuente de alimento-, con asistencia de un nutrido grupo de vacacionistas.
A pocos kilómetros de estas playas, en la vecina población de Puerto Cabello (estado Carabobo), el mismo evento se celebraba de manera especial (pues este año cumplió ciento cincuenta años de vida), con la presencia de unas doce mil personas de todo el país (Boyer, 2012), demostrando que se trata de una tradición local arraigada en los católicos venezolanos.
La nota de prensa de Ortega parece incluir el evento aragüeño como una opción más entre la amplia oferta de actividades que el Estado brinda como incentivo al turismo interno, el cual, según las cifras oficiales, ha venido en aumento de año en año.
Por lo pronto, manifiesto mi reconocimiento a esta iniciativa y mis sinceros votos por su continuidad en el tiempo, pues de algún modo contribuye a que no se pierda el verdadero sentido de la Semana Santa: conmemorar y reflexionar sobre los últimos días de Jesús y sobre el significado y trascendencia de su muerte y resurrección (según la fe cristiana), particularmente en estos tiempos que corren, cuando pareciera que la ética, la justicia y la solidaridad en el mundo son valores en franco proceso de extinción.
FUENTES:
Boyer, M. (2012, Abril 9). Más de 12 mil feligreses celebraron la bendición del mar en Puerto Cabello. El Siglo: Maracay. p. B16.
Ortega, R. (2012, Abril 9). Por primera vez se llevó a cabo Bendición del Mar en Ocumare. El Siglo: Maracay. p. D-25
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No soy católica pero creo que muchas de estas tradiciones son un verdadero valor cultural…
ResponderEliminarSaludos
Así es, Claudia. Por lo general las manifestaciones culturales parten de la celebración o defensa de valores espirituales claves para la humanidad -cualquiera sea la profesión de fe que profesemos-, y su continuación -a conciencia- en el tiempo ayuda a mantener vivos esos valores. De allí su importancia.
ResponderEliminarLa "Bendición del Mar" se viene realizando en Ocumare de La Costa desde tiempo inmemorable el día Domingo de Resurección a las seis de la tarde en procesión que parte de la Iglesia de "La Begoña" cercana a la Plaza Bolívar de "El Playón" (Terminal de autobuses)y llega a través de una vereda que conduce al mar, ubicada adyacente a la casa del escultor venezolano Francisco Nárvaez al final de la calle "La Capilla".
ResponderEliminarLa tradición mantenida por décadas, la conocemos hace mas de cincuenta años cuando vacacionamos de niños en la Calle La Capilla de "El Playón" y acompañamos inumerables atardeceres a los feligrareses compartiendo tan emocionante acto religioso.
Qué interesante. Gracias por tu participación, estimado Ernesto. Esta "puesta en escena" (insisto que es la impresión que me ha dado el artículo de prensa)podría fortalecer una tradición tan significativa para las zonas donde el mar es un elemento fundamental, sobre todo en un momento de la historia de la cultura humana en el que "Semana Santa" parece tener tanto contenido como Halloween, es decir, ninguno. Pero también es un arma de doble filo, pues puede banalizar el sentido último de la manifestación que has vivido desde tu niñez en Ocumare. Espero que sea lo primero, y que de ese modo se incentive una sentida participación de un gran número de vacacionantes de todas las edades.
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