Hoy, 30 de septiembre de 2009, se conmemora el 196° aniversario de la muerte en batalla del prócer neogranadino Atanasio Girardot, epónimo del más poblado de los municipios aragüeños, cuya capital es la ciudad de Maracay.
La ocasión es propicia para hacer un alto en las entregas sucesivas del trabajo sobre el art deco en Maracay a objeto de presentar un texto a propósito de esta fecha patria, leído el 30 de septiembre de 2005 en la que fuera Plaza Mayor de la ciudad y que desde 1881 lleva el nombre del joven héroe.
No obstante lo señalado, la pertinencia general del texto mantiene su vigencia, y el guante lanzado en aquella oportunidad a las autoridades municipales aún no ha sido recogido. Por tal razón, me permito reiterar la propuesta de su lectura.
Texto leído en el acto conmemorativo del 192° aniversario de la muerte de Atanasio Girardot[1] por el Lic. Pedro Hernández Sabatino, orador de orden, en la Plaza Girardot de Maracay, el 30 de septiembre de 2005.
Ciudadanas, ciudadanos:
Comenzaba El Libertador su decreto de honores al Coronel Atanasio Girardot con estas palabras: “El día 30 de septiembre será un día aciago para la República, a pesar de las glorias de que se han cubierto sus armas en este mismo día; y se hará siempre un aniversario fúnebre que será un día de luto para los venezolanos”...[2]
Corría el año 1813 y había muerto en campo de batalla, en el sitio de Bárbula (estado Carabobo), este antioqueño de apenas veintidós años. Rafael Urdaneta, quien estuvo a su lado en acción ese 30 de septiembre, cuenta en sus memorias que un tiro perdido de los españoles le quitó la vida en el momento mismo en que, dirigiéndose a él, le decía “mire usted compañero, cómo huyen esos cobardes”.[3] Reseña el Boletín número 16 del Ejército Libertador, publicado por la Gazeta de Caracas siete días más tarde, lo siguiente: ... “al llegar ayer [el Coronel Atanasio Girardot] con sus tropas a la altura que dominaba el enemigo tremolando el pabellón de la libertad, una bala de fusil le hizo morir”... [4] Un orgulloso compatriota coloca en su boca estas encendidas palabras: “Permitid Dios mío que yo plante esta bandera sobre la cima de aquel monte, y si es voluntad que yo perezca en esta empresa, dichoso moriré”.[5]
A ciento noventa y dos años del hecho, perdura el tono diverso de sus últimos instantes. Está claro en cambio, el desconsuelo que causara en Simón Bolívar la pérdida irreparable del joven guerrero, en honor al cual organizó el traslado en triunfo de su corazón desde Valencia a Caracas, donde sería depositado en un mausoleo que se erigiría para tal fin. Y es de ese modo como Maracay acoge el 11 de octubre de 1813, por primera y única vez, al prócer neogranadino: en el templo del entonces pequeño poblado reposó el sarcófago negro galoneado en oro, para luego proseguir su marcha por Turmero, San Mateo, La Victoria, San Pedro, Antímano y Caracas, a cuya catedral arriba en la tarde del 14 de octubre.
En efecto, había llegado Girardot a territorio venezolano el primero de marzo de ese mismo año, precedido de una meteórica y exitosa trayectoria marcial, con el objeto de participar en la Campaña Libertadora de Venezuela, mejor conocida como Campaña Admirable. Bajo las órdenes de Bolívar, condujo la división de vanguardia que le fuera asignada para despejar y consolidar el camino libertador hacia Caracas. Ponemesa, Agua de Obispos y Niquitao en Trujillo, Ciudad de Nutrias en Barinas, Los Taguanes en Cojedes y Puerto Cabello en Carabobo fueron escenarios de victoria. Lo fue además Bárbula, el sitio donde le detuvo la muerte, en plena juventud, como suele acontecer con los elegidos.
Su triste y fugaz paso por Maracay, lejos ya del reino de este mundo, dejó no obstante la impronta suficiente para que este municipio recibiera su nombre en 1881. También ese año comenzó a llamarse “Parque Girardot” esta plaza, el corazón de la ciudad, a partir de la cual mucho antes comenzara a organizarse el caserío que de manera espontánea había surgido a medio camino entre Valencia y Caracas. En su centro, como marcando el punto justo de irradiación urbana, se alza en bronce la figura del prócer, levantando la bandera que instantes después arroparía su cuerpo para siempre, apoyando una mano sobre libros que denotan su condición de jurista y de hombre ilustrado, y adelantando el paso en clara actitud de avance a pesar de todo.
Esta escultura, réplica de la obra de Lorenzo González que campea en la colina de Bárbula desde 1912, es hermosa y aleccionadora. Plena de significados y de interpretaciones posibles, nos conmina a luchar por un ideal, siempre libertario.
A la luz de nuestros tiempos y en el contexto de la ciudad donde hacemos vida, permítanme compartir con ustedes una personal visión del asunto:
Dispuso El Libertador en su decreto de honores inscribir el nombre de Atanasio Girardot “en todos los registros públicos de las municipalidades de Venezuela como primer bienhechor de la patria”...[6] Sin duda pensaba en la permanencia del ejemplo heroico del joven militar a través del documento escrito.
La historia es base de nuestro presente como colectividad con identidad propia y puente hacia nuestro futuro como nación capaz de participar con presencia plena y definida en un mundo en rápido proceso de globalización e interdependencia. Es lícito imaginar esta hermosa plaza, y más aún la ciudad toda, como un documento histórico.
Si observamos a nuestro alrededor, podremos apreciar al costado este la Catedral de San José,[7] la edificación más antigua del centro urbano y claro testimonio de la inserción de Maracay en la historia venezolana; bajo su amparo descansan prelados de la Iglesia y ciudadanos ilustres, entre los cuales Fernando de Arvide, señor de Güere y Tapatapa, introductor del añil en Venezuela.
Al costado oeste sobrevive desde 1779[8] el antiguo cuartel nacional,[9] donde hacia 1781 se encontrara acantonado el batallón de las Milicias Regladas bajo el mando del futuro padre de El Libertador, Juan Vicente de Bolívar y Ponte [ver foto inferior, a color].
Al costado sur se alza la sede de los Museos de Antropología e Historia, obra temprana de Carlos Raúl Villanueva [ver foto inferior, a color], el más significativo de los arquitectos contemporáneos venezolanos; en el mismo sitio estuvo hasta las primeras décadas del siglo XX la antigua Casa Municipal y cárcel de la ciudad,[10] donde sufrieron prisión Ezequiel Zamora y José Antonio Páez a mediados del siglo XIX [ver foto subsiguiente, ByN].
En el costado norte, hasta no hace tanto existieron las residencias de José Antonio Páez, Joaquín Crespo [ver foto inferior, ByN: Casa de la Azotea] y Juan Vicente Gómez [ver foto subsiguiente, ByN: Casa de Gobierno y residencia], los cuales presidieron la Nación antes de López Contreras.
Si aguzamos nuestra mirada, divisaremos al fondo la llamada Casa de Doña Dolores Amelia [ver foto inferior, a color: fachada principal], considerada una joya de la arquitectura civil en el país,[12] mientras que al lado opuesto, si pudiésemos ver a través de los museos, contemplaríamos la monumental estructura de los Telares de Maracay [ver foto subsiguiente,a color: fachada oeste/calle Soublette], catalogada en su época como una de las siete maravillas de la arquitectura venezolana.[13]
Todos estos sitios y edificaciones, algunos con declaratoria de Monumento Histórico Nacional, son parte de la historia del pueblecito que recibiera el corazón de Girardot y del municipio que lleva su nombre. Convertido ahora en uno de los centros urbanos de mayor importancia en el país, Maracay constituye -junto con Choroní y Puerto Colombia-[14] el libro de registro público por excelencia que guarda nuestra memoria ciudadana. Son cientos los sitios y edificaciones de épocas diversas que atestiguan sobre hechos y personajes significativos de nuestra historia local y nacional, y que coexisten con nosotros, con frecuencia en forma precaria y desarticulada, desde Brisas del Lago hasta Puerto Colombia, desde el Lago de Valencia o Laguna de Tacarigua[15] hasta el Mar Caribe.
La imagen de Girardot apoyado en los libros nos invita a conocer nuestra propia historia y a ilustrarnos para luchar en su defensa. Pero la lectura de esos libros que son nuestro municipio y sus poblaciones debe ser clara y en especial agradable. Preciso es entonces proceder a ordenar los registros y a presentarlos con el mejor diseño posible.
NOTAS
[1] Ver Bien magazín. [En línea], puesto en línea en 2008. URL: http://www.google.co.ve/imgres?imgurl=http://www.verbienmagazin.com/ImagesVer2/dato87.jpg&imgrefurl=http://www.verbienmagazin.com/ColombiaDato57.html&h=450&w=405&sz=40&tbnid=rRDEY8LhYifItM:&tbnh=127&tbnw=114&prev=/images%3Fq%3Datanasio%2BGirardot&hl=es&usg=__ZnVDmJLBSy5gHsCT5uWdjEGaNZU=&ei=ec6wSoLRF-O_tgfo-IiTCA&sa=X&oi=image_result&resnum=5&ct=image. [Imagen de Atanasio Girardot]. N.P.A.
[2] BOTELLO, Oldman. (1991). Atanasio Girardot. Maracay: Alcaldía del Municipio Girardot. p. 10[3] BOTELLO, Oldman. Op. cit. p. 9
[4] Idem. p. 9
[5] Cita tomada por Oldman Botello de Vicente Bernal, quien a su vez cita a José María Baraya. Ibidem. p. 9
[6] BOTELLO, Oldman. Op. Cit. p. 13
[7] MENDOZA, Soledad (1994). Así es Maracay. Bogotá: Ed. Diagrama C.A. [Fotos: Catedral de Maracay/ Rafael Salvatore; Casa de Doña Dolores Amelia- exterior e interior-color/ Rafael Salvatore]. N.P.A.
[8] Señala Oldman Botello, Cronista Oficial de Maracay, que la construcción del cuartel y guarnición se inició en 1778 y que a través del tiempo esta edificación ha sido sometida a reparaciones, ampliaciones y reconstrucciones. Indica también que el inmueble en cuestión, … “muy maltratado e intervenido, hoy albergue de un colegio, comercios y buhonería, fue declarado Monumento Histórico”. En: BOTELLO, Oldman (2007). Toponimia antigua de Maracay. Villa de Cura: Concejo Municipal de Girardot. pp. 114 y 117. N.P.A.
[9] INSTITUTO DEL PATRIMONIO CULTURAL-IPC (2007). Municipios Girardot y Francisco Linares Alcántara, estado Aragua. Caracas: Instituto del Patrimonio Cultural. Catálogo de Patrimonio Cultural Venezolano. Región Centro Oriente: AR 03-17. [Fotos: Escultura de Atanasio Girardot; Cuartel Nacional; Avenida Mérida; Barrio Catalán; Choroní]. N.P.A.
[10] BOTELLO, Oldman (2007). Toponimia antigua de Maracay. Op. cit. [Fotos: Antigua cárcel de Maracay-ByN/ Párraga; Quinta Galavís; Casa de la Azotea; residencia del general J.V. Gómez]. La Casa de la Azotea perteneció a Francisco Linares Alcántara y al Gral. Joaquín Crespo, ambos aragüeños y presidentes de la República durante los períodos 1877-1879 y 1884-1886/ 1892-1898, respectivamente. N.P.A.
[11] Este dato no es mencionado por Oldman Botello en su libro Toponimia Antigua de Maracay (Op. cit.), en razón de lo cual, por lo pronto, no lo doy por seguro. Respecto de este inmueble, Botello señala que fue obra de Luís Eduardo Chataing y que sirvió de residencia al general Félix Galavís (quien fue además su propietario), así como a doña Dolores Amelia Núñez de Cáceres y su familia. Fue asimismo sede del segundo hospital de Maracay, y primera sede de Sanidad y de los Seguros Sociales. N.P.A.
[12] FLEITAS NÚÑEZ, Germán. (2003). Cristina Gómez, maracayera. Villa de Cura: Gobernación de Aragua. P.49
[13] “Una de las siete maravillas de la arquitectura venezolana”. Artículo de Rafael Seijas Cook (Élite, N° 41, junio 1926). En: HERNÁNDEZ DE LA SALA, Silvia. (1990). Malaussena. Arquitectura Académica en la Venezuela Moderna. Caracas: Fundación Pampero. p.346
[14] Ambas poblaciones se ubican en el litoral caribeño y forman parte de la parroquia extraurbana de Choroní, adscrita al municipio Girardot, cuya capital es Maracay. N.P.A.
[15] Con este nombre figuraba el lago en la cartografía de Venezuela al menos desde el siglo XVII. “Venezuela cum parte Australi Novae Andalusiae. W. Blaeu, Amsterdam 1635”. En: BIBLIOTECA NACIONAL DE VENEZUELA (1989). Agenda 1989 Cartografía. Caracas: Autor. N.P.A.
ACTUALIZACIÓN INFORMATIVA
Concejo Municipal conmemoró 203 años de la muerta de Atanasio Girardot. (2016, Septiembre 30). El Aragüeño [Versión digital]. Disponible: http://elaragueno.com.ve/region/concejo-municipal-conmemoro-203-anos-de-la-muerte-de-atanasio-girardot/
Pérez R., A. (2016, Octubre 11). Hace 203 años el corazón de Girardot llegó a Maracay. CiudadMcy [Versión digital]. Disponible: http://ciudadmcy.info.ve/index.php/aragua-2/17126-hace-203-anos-el-corazon-de-girardot-llego-a-maracay
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