Fuente en las áreas verdes internas del antiguo Hotel Jardín (1930); fuente del campus de la UCV –Maracay (1945); fuente de la plaza San Cristóbal (ca.1950); fuente del mítico Cacique Maracay (inicios dec. 1950) y pedestal de fuente de la antigua urbanización Pancho Díaz , hoy urbanización Calicanto (dec. 1940). La imagen de la fuente y su presencia física como elemento formal del diseño arquitectónico son comunes en el art deco. Las formas octogonales, las elegantes líneas curvas que hacen referencia a la concha de mar o que recrean ondulantes colas de peces, los círculos concéntricos, los volúmenes geométricos y las singulares referencias a la flora y la fauna revelan una influencia de este estilo hasta la década de 1960.
Edificaciones de tipo diverso también descubren en sus elementos formales y decorativos influencia deco en tiempos en que éste ya cedía su lugar frente al empuje del estilo internacional. Galpones industriales, edificios, viviendas aisladas o iglesias manifiestan en sus rasgos la herencia -casi diluida- del languidecente estilo deco, bien sea en sus cornisas, en el énfasis que se da al cuerpo de acceso principal o en las características formas verticales de los vanos de ventana.
Como caso anecdótico, se hace particular mención del hotel El Callao (Calle Miranda este), construido después de 1945 a juzgar por una foto de octubre de ese año que muestra, en su lugar, una estación de gasolina con el mismo nombre. Al lado de esta estación, la fachada de un edificio de dos niveles luce un indiscutible estilo deco (foto tomada de Toponimia antigua de Maracay: Calles, plazas, esquinas, casas, sitios, 2007, p. 137, de Oldman Botello). Sesenta años más tarde, otra foto con similar encuadre, muestra el referido hotel, cuyo pórtico redondeado, que sirve además de balcón-terraza, despierta involuntarias reminiscencias del estilo en cuestión. Puede observarse asimismo el edificio aledaño, en el que los rasgos originales de su fachada han sido sustituidos por una recreación en metal, lo que produjo, o al menos no impidió, una fastidiosa impresión de falso histórico.
Fantástico recorrido por un estilo y la ciudad.
ResponderEliminar¡Gracias Claudinha!
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