CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Diseño de la Investigación
Este estudio se enmarca fundamentalmente en la aplicación de la estrategia metodológica denominada Investigación de Campo. De hecho se requirió la recolección in situ de la información necesaria para su desarrollo. La referida estategia tiene carácter de Investigación Activa, dado que los bienes materiales objeto de su interés han sido abordados de manera progresiva y revisados en forma continua desde ópticas diversas. Tiene también carácter de Investigación Aplicada, desde que persigue fines directos e inmediatos, al estar encaminada a observar bienes de interés cultural como recursos aprovechables para uso social: educación, esparcimiento, expresión de cultos y tradiciones, y turismo, entre otros.
Variables
Se ha adoptado las variables e indicadores propuestos por el Instituto del Patrimonio Cultural (1997, Proyecto inventario nacional del patrimonio cultural: Plataforma conceptual: Perfil y contenido. Caracas: Autor), a saber: (a) Identificación (localización, denominación y código de identificación del bien); (b) Descripción (datos tipológicos, cronológicos y técnicos); (c) Estado de conservación o mantenimiento; (d) Uso o abuso a los que está sometido el bien; (e) Valoración (valor del bien desde los puntos de vista histórico, estético, arquitectónico y testimonial, así como su reconocimiento por parte de la comunidad); (f) Instrumentos de protección existentes o propuestos; (g) Datos legales o administrativos (propiedad del bien); y (h) Factores de Riesgo (ejecución de obras públicas o privadas, condiciones ambientales y de seguridad, calificación profesional del personal a cargo de los bienes, entre otros).
Dos indicadores adicionales se han añadido a la valoración sugerida por el Instituto del Patrimonio Cultural: (a) la representatividad del bien entre numerosos otros que poseen rasgos similares (Morales Manzur, 2005. Disponible: http://www.acervohistoricozulia.com/%20descargas/01-expedientecementerio.pdf.), y (b) su singularidad o escasez en el contexto local (Catálogo de Edificios y Elementos Protegidos, 2007. Disponible: http://pgmo.sanjavier.es/).
Población y Muestra
La población objeto de esta investigación se encuentra referida a los bienes materiales de interés cultural existentes en el cementerio La Primavera de Maracay, entendiéndose como tales los monumentos funerarios y su equipamiento y mobiliario (esculturas, cruces, lápidas, retratos, jarrones, rejas, bancos y luminarias), bien sean éstos de carácter erudito o bien de carácter popular. Un registro preliminar de 580 bienes considerados de interés cultural, y existentes en diez de las quince hectáreas de superficie del cementerio, sirvió de base para la selección, bajo criterios predeterminados, de 150 bienes, los cuales han sido objeto de análisis a los fines del presente trabajo.
La población objeto de esta investigación se encuentra referida a los bienes materiales de interés cultural existentes en el cementerio La Primavera de Maracay, entendiéndose como tales los monumentos funerarios y su equipamiento y mobiliario (esculturas, cruces, lápidas, retratos, jarrones, rejas, bancos y luminarias), bien sean éstos de carácter erudito o bien de carácter popular. Un registro preliminar de 580 bienes considerados de interés cultural, y existentes en diez de las quince hectáreas de superficie del cementerio, sirvió de base para la selección, bajo criterios predeterminados, de 150 bienes, los cuales han sido objeto de análisis a los fines del presente trabajo.
Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos
El registro de los bienes materiales de interés cultural susceptibles de conformar el corpus de estudio se desarrolló con base a una sectorización del cementerio, determinada fundamentalmente por las facilidades de acceso y las condiciones mínimas de seguridad que cada sector ofrecía. Durante el trabajo de campo fueron seleccionados por cada sector los bienes que ofrecían algún interés en cuanto a la variable valoración. A cada bien le fue asignado un número de registro, y de cada uno fueron anotados el sector de ubicación en el cementerio, la identificación del difunto o difunta de más antigua fecha de deceso, el o los tipos de valor predominantes, y el o los rasgos más destacados que motivaron su selección. Se efectuó asimismo un registro fotográfico del bien en cuestión.
El registro de los bienes materiales de interés cultural susceptibles de conformar el corpus de estudio se desarrolló con base a una sectorización del cementerio, determinada fundamentalmente por las facilidades de acceso y las condiciones mínimas de seguridad que cada sector ofrecía. Durante el trabajo de campo fueron seleccionados por cada sector los bienes que ofrecían algún interés en cuanto a la variable valoración. A cada bien le fue asignado un número de registro, y de cada uno fueron anotados el sector de ubicación en el cementerio, la identificación del difunto o difunta de más antigua fecha de deceso, el o los tipos de valor predominantes, y el o los rasgos más destacados que motivaron su selección. Se efectuó asimismo un registro fotográfico del bien en cuestión.
El trabajo de oficina consistió en una revisión más detenida de cada bien con el apoyo de las imágenes fotográficas obtenidas en campo, las cuales permitieron la observación de características adicionales. Sobre la base de esta información fueron seleccionados los bienes que serían sujeto de un inventario básico y de un posterior análisis en el desarrollo de este estudio. Dicho inventario se efectuó usando como referencia la ficha de inventario diseñada para el estudio de los bienes del cementerio El Cuadrado de Maracaibo, estado Zulia (Morales Manzur, 2005, op. cit.).
Nuevas visitas al campo permitieron la recolección de información complementaria, la verificación de datos y la ubicación gráfica de los bienes inventariados. Dada la escasa o nula disponibilidad de material cartográfico adecuado, se recurrió al uso de una imagen satelital aportada por el programa Google Earth y llevada a una escala aproximada 1:1600. La ubicación de los bienes fue asignada sobre la imagen satelital a partir de referencias in situ y con el apoyo de cinta métrica y escalímetro.
La insuficiente información previa sobre el cementerio La Primavera hizo necesario recurrir, en los casos en que se estimó pertinente, a la recolección de información mediante entrevistas no estructuradas. Su principal valor ha sido obtener impresiones inmediatas sobre aspectos relacionados con la situación actual del cementerio, o bien datos particulares sobre un bien determinado.
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS
Tipología de los Monumentos Funerarios en La Primavera
La definición de los tipos de monumentos funerarios presentes en el cementerio La Primavera de Maracay se fundamenta en Herrera Moreno (2005. Disponible: http://revistas.javeriana.%20edu.co/sitio/apuntes/sccs/tabla_contenido.php?id_revista=30), quien realiza su análisis para los monumentos del Panteón Francés de La Piedad (Ciudad de México) y los ordena según estén compuestos por elementos horizontales y verticales, o por la combinación de éstos.
Del trabajo de Herrera Moreno sólo se han tomado en cuenta los tipos de monumentos que también se manifiestan en el cementerio maracayero. En este cementerio, se ha optado por considerar la mayor parte de los elementos verticales más bien como factores de variación que como tipos de monumento propiamente dichos. Se ha incluido por otra parte sepulturas sin delimitación evidente, las cuales abundan en La Primavera, y cuya existencia se percibe por la sola presencia de un objeto sin base aparente, o a lo sumo de un montón de tierra. Este tipo de monumento ha sido denominado sepultura libre. Se propone asimismo la adición del término edículo capilla para hacer referencia a aquellos edículos con apariencia de casa o templo y con cerramiento en al menos tres de sus lados, utilizados mayormente para proteger del viento velas encendidas y, en menor medida, para alojar imágenes religiosas. Se ha extendido en tanto el término edículo nicho usado por Herrera Moreno para incluir en el mismo aquellos edículos que sólo presentan cerramiento lateral y alojan en su mayoría imágenes religiosas. Se sugiere finalmente el añadido del determinante sarcófago para categorizar monumentos cuyas paredes han sido levantadas para aumentar su capacidad, y en consecuencia la fosa adicional sobresale parcialmente de la superficie del suelo.
Colecciones de Arte Funeraria de La Primavera
Colección de Obras Iconográficas
Cruz y crucifijo. La cruz y el crucifijo son los motivos más frecuentes y variados en La Primavera. Salvo muy escasas excepciones, los ejemplos más notables de cruz son en herrería artística de forjado, en su mayoría de pequeño formato. Por su parte, las representaciones notables de crucifijo que subsisten apenas sobrepasan la veintena, y al menos la mitad de ellas se encuentran incompletas.
Ángeles. Existen en La Primavera cinco obras de gran formato donde la figura angélica está presente. Entre ellas destacan la que se alza sobre la sepultura del general José D. Moreno (fallecido en 1925), provista por la firma Fco. Pigna Sucrs., y aquella que corona el vano principal de acceso del Mausoleo de Juan Vicente Gómez (construido en 1919), atribuida a Lorenzo González. Llama la atención una imagen de ángel niño, de factura popular, por el extraño resultado obtenido con una intervención que le otorga una apariencia “chamánica”.
Jesús, María y José. En contraste con la imagen de Jesús crucificado, la del Sagrado Corazón es diversa en formas de representación. Entre las obras de carácter erudito es ejemplar una provista por la firma E. Gariboldi. Merece mención un corazón coronado con la cruz, en hormigón y de producción popular.
La advocación mariana de mayor presencia en La Primavera es la de Nuestra Señora del Carmen. Entre las diversas imágenes de esta advocación es representativa una aportada por la firma F. Roversi M., que denota el dominio técnico de su productor, así como gran riqueza en el detalle. De la Virgen de Coromoto cobra especial interés una imagen de taller realizada en hormigón, intervenida más tarde con los colores de la bandera nacional. La advocación de la Inmaculada Concepción tiene notoria presencia en una escultura en mármol que atrae por la gran delicadeza de su factura. Sólo se ha encontrado una pieza de la Virgen de la Piedad, reproducción en mármol provista por la firma F. Roversi M. y probablemente elaborada en un taller boloñés. Debe señalarse, entre otras obras, una realizada en piedra artificial, posiblemente en 1936, y firmada por Mario Giurlani. El autor representa dormido al Niño Jesús, una de las características de la iconografía de las Vírgenes del Rosario manieristas.
En el cementerio maracayero se ha registrado apenas una representación notable de la Sagrada Familia, cuyo mayor interés reside en el hecho de que se manifiesta en Jesús Niño la advocación del Sagrado Corazón. Destaca asimismo en este cementerio una imagen de San José con el Niño en brazos, cuya gestualidad logra transmitir una especial carga de afecto mutuo.
Otras Representaciones Alegóricas, Sígnicas y Simbólicas. En La Primavera han sido detectados seis monumentos con imágenes de plañideras, representadas como figuras dolientes o pensantes. Tres de ellas son obras de bulto; las otras tres, altorrelieves en estelas. Las obras de bulto están hechas en mármol, son de producción seriada y representan mujeres jóvenes, taciturnas y de resonancias clásicas, muy del gusto del art nouveau. Entre las estelas con imágenes en relieve sobresale una elaborada en piedra artificial y con características que remiten al art decó. El carácter y los rasgos estilísticos de esta estela recuerdan el quehacer artístico de Francisco Narváez en esos años. La autoría ha sido sin embargo descartada.
Dos columnas truncadas resumen el conjunto de las que subsisten en el cementerio en diversos estados de conservación. La primera presenta una figura de tronco liso, talle corto y aspecto robusto, y ostenta una guirnalda de rosas con lazo. Se trata de una obra en mármol de cuidada factura, y es sin duda la columna de mayor mérito artístico de cuantas han sido registradas en este recinto funerario. La segunda es de sección rectangular y presenta un corte achaflanado en su extremo superior, en una posible propuesta contemporánea del motivo.
En el sector norte del cementerio maracayero puede apreciarse una escultura de autoría moldeada en hormigón y pintada en amarillo. La obra representa una esfera entre llamas, imagen de complejo significado, que hace difícil considerarla una creación popular.
Además del catolicismo, otras manifestaciones de fe y corrientes de pensamiento tienen cabida en La Primavera, y es posible presumir la pertenencia de una persona difunta a una religión o sociedad determinadas mediante signos, símbolos y alegorías característicos de éstas. La presencia de la cruz de ocho brazos en algunas sepulturas, denota por ejemplo la pertenencia de las personas fallecidas a la iglesia ortodoxa. En La Primavera esta imagen se ha encontrado en cemento, en granito artificial e incluso en herrería artística de soldadura.
La Estrella de David se observa con frecuencia sobre las tumbas y otros sitios visibles en los dos apartamientos judíos que se localizan en este cementerio.
Con frecuencia es posible encontrar monumentos funerarios que ostentan claramente signos, símbolos o alegorías propios de la masonería como los tres puntos en ángulo recto característicos en la grafía de dicha sociedad y el templo de Salomón. Conviene en cambio considerar indicios adicionales, patentes o no, que permitan señalar con cierto fundamento la posibilidad de que la presencia de un pavimento ajedrezado en un monumento determinado esté relacionada con la masonería.
Son también frecuentes en este cementerio los monumentos que ostentan la figura del avión, lo cual resulta lógico por ser la capital aragüeña la cuna de la aviación militar en Venezuela y la sede de la Escuela de Aviación Militar, fundada en 1920.
Retratos. Dentro de los retratos escultóricos de tipo fisonómico destaca la cabeza del capitán Jesús Zafrané, la cual forma parte de una estela dedicada a su memoria, realizada en piedra artificial hacia 1936, y de autor desconocido. Dos bustos en mármol pueden ser apreciados en el interior de la nave central del Mausoleo de Juan Vicente Gómez. Estos bustos podrían ser obra de José o de Francisco Pigna, y parecen corresponder a Pedro Gómez y al general José Vicente Gómez Bello, familiares de Juan Vicente Gómez. El cuarto y último retrato escultórico fisonómico corresponde al Dr. Amadeo Camperos, fallecido en 1948. Es también el único realizado a figura entera y fue mandado hacer en Italia mediante la firma F. Roversi M.
Dos paneles en bronce con altorrelieves, ubicados también en el Mausoleo de Juan Vicente Gómez, parecen constituir apologías al coronel Alí Gómez, fallecido en 1918. Uno de ellos muestra claramente la firma de Lorenzo González.
Apenas un ejemplar de retrato pictórico ha sido registrado en La Primavera. Se trata en realidad de un busto dibujado a grafito sobre papel, probablemente correspondiente a Juanita Navas, fallecida en 1997. La obra en cuestión, de carácter popular y de autor aficionado, posee valor como manifestación afectiva.
A diferencia de los retratos escultóricos y pictóricos, los retratos fotográficos abundan en el cementerio La Primavera. La mayor parte de ellos son impresiones sobre porcelana.
Arte Lapidaria
En La Primavera puede encontrarse lápidas en piedra natural (mármol, granito o caliza), en piedra artificial y en hormigón. Tienen en general forma rectangular, aunque se observa con frecuencia lápidas que figuran un libro abierto. Las lápidas en piedra natural presentan en su mayoría una superficie lisa, sobre la cual es frecuente observar inscripciones en altorrelieve sobre fondo texturizado con apariencia de encaje. Las inscripciones pueden estar enriquecidas estéticamente con la inclusión de imágenes de carácter simbólico, grabadas, labradas o aplicadas, según el grado de elaboración de la lápida.
En La Primavera puede encontrarse lápidas en piedra natural (mármol, granito o caliza), en piedra artificial y en hormigón. Tienen en general forma rectangular, aunque se observa con frecuencia lápidas que figuran un libro abierto. Las lápidas en piedra natural presentan en su mayoría una superficie lisa, sobre la cual es frecuente observar inscripciones en altorrelieve sobre fondo texturizado con apariencia de encaje. Las inscripciones pueden estar enriquecidas estéticamente con la inclusión de imágenes de carácter simbólico, grabadas, labradas o aplicadas, según el grado de elaboración de la lápida.
El genio popular tiene también representación de interés entre las lápidas observadas en el cementerio maracayero. Al respecto, vale mencionar dos placas metálicas (zinc o latón) aplicadas a cruces en herrería artística de forjado, y sobre las cuales se han trazado las inscripciones referidas al difunto o difunta mediante técnicas de recorte y aplicado.
La lápida como documento debe en buena medida su carácter a la información que aporta a través de las inscripciones a las que sirve de soporte, conocidas como epitafio. Entre estas inscripciones destacan algunos ejemplos que responden al lenguaje de la lírica, de la crónica y de la epístola, e incluso del periodismo de denuncia. No es raro encontrar en La Primavera epitafios donde se incluye en forma evidente el nombre de la o las personas que han dedicado la lápida, costumbre que ya era común en la antigua civilización romana.
Mobiliario de Carácter Funerario
En La Primavera, el mobiliario de carácter funerario (cercas, puertas, floreros, jardineras y vitrales) está signado en su mayor parte por la producción en serie industrial, de manera que es posible observar el mismo diseño e incluso el mismo producto en monumentos identificados por firmas marmolistas diferentes, cuestión que no impide la apreciación de su valor estético. La originalidad, o por lo menos la frescura en la imperfección del detalle, tal vez residan en las producciones de talleres artesanales y populares.
En La Primavera, el mobiliario de carácter funerario (cercas, puertas, floreros, jardineras y vitrales) está signado en su mayor parte por la producción en serie industrial, de manera que es posible observar el mismo diseño e incluso el mismo producto en monumentos identificados por firmas marmolistas diferentes, cuestión que no impide la apreciación de su valor estético. La originalidad, o por lo menos la frescura en la imperfección del detalle, tal vez residan en las producciones de talleres artesanales y populares.
Pedro, la verdad que tu trabajo acerca del patrimonio arquitectónico maracayero es impresionante.
ResponderEliminarGracias Claudia. Sólo intento contribuir, como maracayero, en el conocimiento de esta ciudad, no del todo apreciada por los que hacemos vida en ella - y en particular por las autoridades encargadas de su administración- en cuanto a su aporte urbanístico, especialmente durante el primer tercio del siglo XX.
ResponderEliminarRecuerdo haber asistido a un evento en el Panteón del Aviador Caído en el año 67, cuando se llevaron los restos de Loynaz Ovalles Duran a este nuevo panteón. ¿Tendrá alguna información al respecto? Qué menciona su placa, La fecha en murio en el Lago de Valencia. ¿Sabe algo sobre ese accidente aereo? Muchas gracias
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