martes, 17 de enero de 2012

Puesta en valor del patrimonio urbano maracayero: La Casa de Los Arcos. Parte 2.

II. Caracterización histórica


La glorieta del conjunto arquitectónico conocido como Casa de los Arcos data de la tercera década del siglo XX (1), y representa un ejemplo vivo del afán renovador desde el punto urbanístico iniciado en Maracay, a la sazón centro político y militar del país, cuya expresión más acabada fue el complejo cívico-militar de la Plaza Bolívar (2), desarrollado dentro del concepto de “ciudad jardín” e inaugurado en 1930. Los avances y proyectos de dicho afán, truncados a la muerte del general Juan Vicente Gómez en 1935, motivaron que la ciudad fuese denominada por el periodista mexicano Nemesio García Naranjo “el Versalles de la Rehabilitación”.



Vieja fotografía (1930 ca.), conservada en la Casa de Los Arcos, y que posiblemente muestre el aspecto original de la glorieta.


En terrenos de su propiedad, muy cerca de su casa de campo (3) y del zoológico (4) que creara para albergar los animales que recibía de obsequio, mandó construir el general Gómez la glorieta con la fuente en su interior, en homenaje al agua, elemento que caracteriza la zona donde se ubica este inmueble, rica en manantiales y aguas termales. Por su estilo arquitectónico, que sugiere las construcciones mediterráneas moriscas, y por la riqueza de su ornamentación interna, se atribuye su autoría al ingeniero André Potel, el mismo que construyera por la misma época la Casa de Doña Dolores Amelia, profusa en detalles decorativos, en el centro de la ciudad.



Vista del interior de la glorieta. Foto: P.H., 2002.


El bucólico paisaje de la zona, la pureza de las aguas de la fuente, la armoniosa y sencilla arquitectura de la casa de campo de “El Benemérito” y la cercana presencia del zoológico, hicieron de la glorieta y sus alrededores sitio de paseo obligado para los habitantes de Maracay y para sus visitantes.

En 1936, todos los bienes del General Gómez pasan a manos de la Nación en virtud del Acuerdo confiscatorio contenido en la Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela Nº 19.066, del 22 de septiembre del citado año. Ello incluye los bienes muebles, inmuebles, semovientes, corporales e incorporales de Las Delicias, donde se ubica la glorieta, los cuales son adscritos al Ministerio de Agricultura y Cría. Posteriormente, mediante el Decreto Nº 493, contenido en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 25.852 del 2 de enero de 1959 (Pérez Hernández, s.f., pp. 425-426), se donan a la municipalidad del Distrito Girardot, con fines de expansión urbana e industrial, 700 ha. de terrenos de Las Delicias con sus respectivas bienhechurías, la glorieta entre ellas.

En la década de 1950 es demolida la casa campestre del general para construir en su lugar un grupo escolar en el estilo modernista del momento, con lo que la pequeña edificación queda fuera de contexto y desvinculada del zoológico (5). Perdido su atractivo inicial, es rentada para el funcionamiento de un bar restaurante que, con el tiempo, fue mermando en calidad hasta su cierre definitivo en la década de los ochenta.



Vista general de la quinta "23 de Mayo" o "El Mirador", cuyo derribo sorpresivo e innecesario en la década de 1950 representa un ejemplo de vandalismo cultural con posible motivación política. Foto extraída de Botello, 2007.


El sitio es utilizado durante un tiempo como depósito por la Alcaldía de Girardot, hasta que en 1989 este organismo cede el terreno, en calidad de comodato por 20 años, a la Asociación Ateneo de Aragua, institución civil sin fines de lucro adscrita a la Federación de Ateneos de Venezuela. A los fines de cumplir sus objetivos culturales, la Asociación gestiona el rescate de la glorieta, para el momento en avanzado estado de deterioro por acción natural y antrópica, y propone la construcción de una estructura anexa que le sirva de sede administrativa. En 1998, con recursos aportados por la Gobernación del Estado Aragua y bajo la responsabilidad del Arquitecto restaurador José Pulido, se construye el anexo y se restaura la glorieta.

La inauguración del conjunto arquitectónico tiene lugar el 23 de julio del mismo año. Desde entonces se despliega en y desde el sitio una actividad cultural que abarca exposiciones, charlas, conferencias, conciertos, paseos turístico-culturales, visitas guiadas y planes vacacionales orientados fundamentalmente a motivar la apreciación y creatividad artística, así como la identificación con la ciudad y el sentimiento de arraigo.

Para el efecto, todos los espacios son aprovechados según su capacidad y fines: la nueva estructura aloja por una parte las áreas administrativas y de servicio, y por otra el salón de usos múltiples, que la mayor parte del año, y según la disponibilidad presupuestaria, se destina a exhibiciones de arte, generalmente modestas pero de calidad. Estas exhibiciones han servido además para conformar y enriquecer una pequeña y variada colección de obras que pueden observarse de forma permanente en las áreas administrativas.






Imágenes de exposiciones de pintura en 2002? (arriba) y de fotografía en 2011 (abajo) realizadas en el salón de usos múltiples de la Casa de Los Arcos (edificio anexo). La foto superior es cortesía de la Asociación Ateneo de Aragua-Casa de Los Arcos; la foto inferior es de Alejandro Muszytowski y fue extraida del periódico ¡Exprésate!


El gran patio delantero y los angostos callejones laterales constituyen a veces una extensión de los espacios expositivos, siempre y cuando las características de las piezas lo permitan; pero fundamentalmente sirven de escenario para conciertos, artes escénicas, charlas y conferencias.



Obra escultórica de gran formato exhibida (en 2001?) en el patio delantero de la Casa de Los Arcos. Foto cortesía de la Asociación Ateneo de Aragua-Casa de Los Arcos.



Conferencia realizada en el callejón norte de la Casa de Los Arcos (2001?). Foto cortesía de la Asociación Ateneo de Aragua-Casa de Los Arcos.


Todas las actividades giran, sin embargo, en torno a la glorieta y la fuente, las cuales son expresas protagonistas en todos los eventos, bien sirviendo de antesala al área expositiva o integrándose a ella, o bien actuando de marco para las actividades de extensión que se desarrollan en sus propios pasillos o en los espacios abiertos que la rodean.



Concierto navideño (2001?) ofrecido en el patio delantero la Casa de Los Arcos, con la glorieta como fondo escénico. Foto cortesía de la Asociación Ateneo de Aragua-Casa de Los Arcos.


III. Caracterización constructiva

El conjunto que conforma la Casa de los Arcos presenta diferencias constructivas determinadas por la distancia temporal que media entre la glorieta y el edificio anexo, así como por el respeto a la estructura más antigua, para cuya restauración y ampliación se atendieron las ideas básicas contenidas en las convenciones de UNESCO sobre la restauración de monumentos. El cuadro siguiente resume las características constructivas más importantes de ambas edificaciones. En dicho cuadro puede observarse con claridad la expresa intención de mantener el protagonismo de la glorieta mediante un inmueble agregado cuya discreción se percibe en la sencillez de su estilo y de su ornamentación, en la neutralidad de los colores de su fachada y en su disposición a un nivel más bajo y al fondo del terreno.




No obstante, existen particularidades en ambas construcciones que merecen ser destacadas: en el cuerpo central de la glorieta, la fuente, totalmente decorada con cerámica policromada, vierte hacia los cuatro puntos cardinales. A 12 m. de altura, un plafón de influencia morisca, de madera casetonada y en colores azul y rojo dispuestos a manera de damero, sostiene una lámpara central en hierro forjado y madera, y de 16 luces, 12 de ellas con pantallas de vidrio.



Vista del plafón que decora el techo del cuerpo central de la glorieta, donde se localiza el surtidor de agua. Foto: P.H., 2002.


Bajo el plafón, los cerramientos en celosía de madera de las ventanas se mueven a manera de pivotes para el control de la ventilación cruzada. Las cuatro paredes están cubiertas con cerámicas policromadas hasta una altura de 2.15 m. El resto de la superficie exhibe hasta el plafón una pintura mural, agrupada en cuatro áreas claramente diferenciadas y dispuestas en forma sucesiva, y que el arquitecto restaurador José Pulido describe de la siguiente manera:

“1. Una extensa superficie de influencia morisca, con motivos lobulados a manera de falso mosaico, en tono amarillo con contornos blancos; 2. una cinta roja, cuyos contornos presentan molduras ilusionistas. Ella hace de fondo a motivos compuestos, a saber: un ánfora dorada, flanqueada por manillas en forma de doble voluta; 3. En los llenos, entre las ventanas, se encuentran elementos tratados a la manera ilusionista . Ellos recrean capullos de tipología aún no identificada; 4. Una cinta azul, cuyos contornos presentan molduras ilusionistas. Ella hace de fondo a motivos compuestos, cuyos colores corresponden a los convencionalismos de la heráldica” (Pulido, s.f., s.n/p.).



Vista parcial de la pintura mural que decora el interior del cuerpo central de la glorieta. Se aprecia también la lámpara de 16 luces que cuelga desde el centro del plafón y sobre el surtidor o fuente. Foto: P.H., 2002.


Las piezas originales de tejas esmaltadas y mosaicos policromados que se conservan son de fabricación sevillana. Ocho apliques del mismo estilo de la lámpara central se distribuyen en pares en los cuatro pasillos del corredor perimetral. Las vigas maestras del techo que sobresalen de las cornisas se encuentran rematadas por listones de madera pulida y trabajadas a la manera de los marcos de los vanos de acceso al área de la fuente.



Vista de los mosaicos policromados de revestimiento en las paredes internas de la glorieta y en el surtidor, y de los marcos en madera de los vanos de acceso al cuerpo central. Foto: P.H., 2002.


En el edificio anexo se presta, por su parte, especial atención a la decoración de las áreas de servicio: cada uno de los cuatro baños existentes, dos públicos en el salón de usos múltiples y dos privados en las áreas administrativas, ha sido personalizado con motivos particulares en los listelos que rematan la cerámica verde azulada, común a todas las áreas sanitarias. El mismo motivo se repite en cada caso en los lavamanos, de cerámica esmaltada y decorados a mano. Gabinetes y puertas de madera contribuyen a brindar un ambiente agradable y ordenado a cada espacio. Un detalle que merece mencionarse es la reutilización de los cerramientos de madera del antiguo bar restaurante en la tabiquería de una de las oficinas y en el tope la mesa que preside la sala de reuniones (Fotos: P.H., 2002).







NOTAS

(1) Su construcción habría sido iniciada en 1927, según señala el artículo “La Casa de Los Arcos”, publicado en El Carabobeño (versión digital), el 23 de mayo de 2011.

(2) “La amplia plaza de aproximadamente 320 metros de largo por 106 de ancho…. es un raro ejemplo, no sólo dentro del ámbito nacional sino también internacional, en el que se conforma un notable conjunto arquitectónico y urbano, con sus ejes visuales en los que se alternan fuentes, estatuas y los portales de los diversos edificios, en concordancia con el carácter monumental y conmemorativo del conjunto. El resultado es más que coherente y con seguridad representa una excepción de aquellos lugares diseñados a varias manos que a veces han producido tan pobres resultados”. (Polito, 2004, p.42).

(3) Esta casa, conocida como “23 de Mayo” o “El Mirador”, fue construida por orden del general J.V. Gómez en 1923. (Botello, 2007, s.n/p.).

(4) El zoológico de Las Delicias fue creado en 1915, a partir de una colección de animales domésticos y salvajes nacionales, enriquecida con especies exóticas, perteneciente al general J.V. Gómez (Cordero Velásquez, 1997, p. 41).

(4) Cuenta Cristina Gómez, hija del general, lo siguiente: “En esos tiempos [se refiere posiblemente a los años del régimen perejimenista (1952-1958)] tumbaron la quinta 23 de Mayo, casa donde papá vivió y murió en Las Delicias. La tumbaron para hacer una escuela, en una sabana donde cabían quinientas escuelas. Cuando vino Laureano Vallenilla y se enteró, se puso fúrico, porque él quería convertir esa casa en un museo. Lo mismo hizo años después la democracia, cuando construyeron la avenida Bolívar, que partió en dos a Maracay y creó una división que no existía, entre el norte y el sur. Demolieron la casona de la plaza Girardot, donde en la práctica funcionó durante años la Presidencia de la República…. Hubo, durante un tiempo, como un empeño por borrar de la ciudad la memoria de papá, pero no pudieron”. (Fleitas Núñez, 2003, pp. 299-300).



FUENTES

Borradores para 13 ensayos. (2011, Noviembre-Diciembre). ¡Exprésate!: El periódico residencial de Maracay. Año 1, n° 6.
Botello, Oldman. (2007). Toponimia antigua de Maracay: Calles, plazas, esquinas, plazas, sitios. Maracay: Concejo Municipal de Girardot.

Cordero Velásquez, Luís. (1997). Maracay: La meca del gomecismo. Caracas: autor.

Fleitas Núñez, Germán. (2003). Cristina Gómez, maracayera. Maracay: Gobernación de Aragua. p.299.

Hernández, Pedro. (2002). Estudio de una edificación de uso cultural: La Casa de Los Arcos: Maracay-Estado Aragua. Trabajo inédito para el Módulo “Patrimonio y Legislación Cultural” de la Maestría en Museología (Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda).

Pérez Hernández, J. M. (s.f.). Tierras de Maracay. Caracas: Congreso de la República.

Planas, Carla. (2011, Mayo 23). La Casa de los Arcos. El Carabobeño. Disponible: http://www.el-carabobeno.com/impreso/articulo/t230511-c01/la-casa-de-los-arcos [Consulta: 2012, Enero 9].

Pulido, José. (s.f.). Casa de los Arcos [Hoja informativa inédita].

3 comentarios:

  1. Gracias Zandra. Aunque este trabajo fue realizado hace una década, creo que tiene elementos que mantienen vigencia. Creo también que esfuerzos como estos, pese a su carácter de tarea académica, siempre habrán de aportar un granito a la montaña.

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