domingo, 19 de abril de 2015

Una luz para nuestro patrimonio urbano: Las "casas inglesas" declaradas patrimonio municipal


El 21 de marzo de 2015 el diario El Aragüeño publicó, con despliegue de hermosas fotografías, una nota de prensa sobre el avance de la rehabilitación del bulevar Pérez Almarza, en el centro de la ciudad, trabajo que fue iniciado hace año y medio, y que forma parte del plan de recuperación de espacios públicos que adelantan conjuntamente los gobiernos nacional, regional y municipal. Dicha recuperación ha significado una inversión de 120 millones de bolívares e implicado la reubicación de 1.200 trabajadores de la economía informal (Avanza rehabilitación, 2015).

Aspecto actual del bulevar Pérez Almarza en el tramo comprendido entre las calles Páez y Miranda. Foto tomada de El Aragüeño (2015, Marzo 21)


Este proyecto, en la actualidad con un adelanto de 98% (Angulo, 2015), se desarrolla a lo largo de cuatro tramos entre las calles Boyacá y Páez, y ha contemplado el despeje y recuperación de las fachadas de los edificios aledaños (muchos de los cuales datan de las décadas de 1960 y 1980), la recuperación [en realidad solo frisado y pintura] del Mercado Principal (Monumento Histórico Nacional según G.O.V. Nº 35.441, del 15 abril 1994), la remodelación del Edificio de la Economía Social (que cierra el bulevar en la calle Páez y que se encuentra en 90% de avance) y la recuperación [en realidad solo revestimiento de fachadas y refacción básica de cubiertas] de los inmuebles que subsisten del antiguo conjunto de viviendas denominadas Casas Inglesas.


Vistas del Mercado Principal, edificación construida en 1920 para funcionar como caballeriza y que luego fue reacondicionada para ser utilizada como mercado desde 1929, después de pasar por otros usos circunstanciales (CONAC, 1992; IPC, 2006). Su reciente recuperación, sin duda circunstancial y como actividad suplementaria al proyecto de rehabilitación del bulevar, no incluyó su espacio interior, así como tampoco su techado, ni la cornisa y frontón de su fachada principal. Fotos extraídas de El Aragüeño (2015, Marzo 21), superior a color, y de MACMA (1996), inferior en B/N.


Fachada principal del Edificio de la Economía Social, culminado en 2004 con el nombre de Centro Comercial de la Economía Social, y hoy en proceso de rehabilitación integral mediante una inversión de más de 44 mil bolívares. Esta rehabilitación incluye la ampliación de su capacidad con 54 nuevos locales, la impermeabilización del techo, el revestimiento de paredes y el acabado de pisos, el mejoramiento de los sistemas eléctrico y de aguas blancas y servidas, la colocación de dos ascensores y la adecuación de espacios para una feria de comida (Edificio de la economía, 2015). Foto P.H.S., 2006.


Mención especial merecen las casas inglesas antes mencionadas -conjunto arquitectónico concebido inicialmente para viviendas destinadas a alojar a los trabajadores de la Fábrica de Aceites de Maracay (Cordero Velásquez, 1997) y en la actualidad utilizado para uso comercial (locales y almacenes)- en razón de que, gracias a información reciente de la Directora de Planificación Urbana Municipal, Lorena Puche, los maracayeros nos hemos enterado sobre su declaración como patrimonio de Girardot.(Avanza rehabilitación, op.cit.). Al respecto debo advertir que, luego de deambular toda una mañana por varias dependencias de la municipalidad (atendido siempre con amabilidad, es de reconocer), no me ha sido posible dar con el documento que certifique oficialmente tal declaratoria.


Vista parcial del conjunto de viviendas denominado "Casas inglesas" y desarrollado sobre las calles Pérez Almarza  y Santos Michelena [1]. La foto (1934 ca.) es de Luis Felipe Toro, "Torito", y muestra el grupo de viviendas ubicado frente a la calle Pérez Almalza (Col. Biblioteca Nacional de Venezuela).


En todo caso, y aun cuando por lo pronto tengamos que movernos en el terreno de las suposiciones (y confiando en la buena fe de la informante), la noticia de la declaratoria reconforta, pues nos habíamos resignado a contemplar con impotencia la paulatina pérdida de la integridad del conjunto a causa de intervenciones inadecuadas e individuales sobre los inmuebles que lo conforman. A ello contribuyó en buena medida la ausencia de instrumentos legales que establecieran normas respecto del alcance y la calidad de tales intervenciones. No obstante el hecho de que el conjunto al fin se incluyese en 2006 en el I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano (IPC, 2006), continuaron por un tiempo más las agresiones contra el mismo, a pesar de haber adquirido, a partir de entonces, carácter de bien de interés cultural [2].

Dispositivo de información y difusión sobre la rehabilitación del bulevar Pérez Almarza, donde se da a conocer a la ciudadanía las características y valores de los edificios de carácter patrimonial existentes en su recorrido: las Casas inglesas y el Mercado Principal de Maracay. Foto: P.H.S., 2015.


Sobre estas casas, el Preinventario de bienes inmuebles del estado Aragua (IPC-Fundacite Aragua, 2001) refiere lo siguiente: "Junto con el Barrio y el Pasaje Catalán, [el conjunto de las casas de la calle Pérez Almarza] constituye uno de los desarrollos habitacionales representativos de lo que significó la transformación urbana de Maracay como consecuencia de la política de instalación de industrias de Juan Vicente Gómez". El mismo estudio las cataloga como un "interesante ejemplo de la política habitacional implementada por el Estado durante la primera mitad del siglo XX", y advertía en su momento que era "de vital importancia definir estrategias legales para la preservación de estas edificaciones, puesto que en los últimos años algunas de estas unidades de vivienda han sido objeto de intervenciones, modificando irreversiblemente su imagen y características originales". Este preinventario revela así la significación de estas casas respecto de la historia urbana de Maracay y reafirma la importancia de su salvaguarda como muestra viva de la evolución arquitectónica de la ciudad.

El arquitecto restaurador Orlando Araque Pérez nos ofrece todavía, con un emotivo texto suyo (MACMA 1996, op. cit.), un elemento adicional de cualificación: el de la valoración afectiva, la cual ha sido por cierto considerada en el I Censo como una de las variables aplicadas para conferir carácter de patrimonio cultural a una manifestación determinada (IPC, 2004). El texto es extenso, pero a mi modo de ver, también bastante ilustrativo acerca de la identidad y sentido de pertenencia que nos vincula de manera profunda con la ciudad donde nacemos, crecemos y convivimos; reprocha además las intervenciones caprichosas e inconsultas que muchas veces ejercen las autoridades en detrimento del sentido esencial de los espacios urbanos:

"Mis abuelos maternos, cojedeño él y yaracuyana ella, vivían para el año 1958, en la casa Nº 63 de 'la placita' Pérez Almarza, antigua plaza '19 de diciembre', ubicada entre las calles Boyacá, Santos Michelena y Pérez Almarza. En ese año nací y en ese sitio transcurrieron muchos episodios de mi infancia. Para ese entonces y durante algunos años más, 'la placita' fue un espacio urbano que contenía jardines centrales en donde jugábamos metras y tumbábamos  las piñatas en los cumpleaños, rodeados de aceras con piso de granito pulido, en el que patinábamos los diciembres.

Hacia el oeste de la plaza se disponían las casas de habitación, todas adosadas, y hacia el este, a una cota inferior se ubicaba  la calle Pérez Almarza y el estacionamiento en 'espina de pescado' en donde cada puesto tenía su respectivo parquímetro. Las viviendas correspondían a dos tipologías principales. Hacia el sur, las 'casas inglesas', que eran viviendas de dos pisos con fachadas de medio hexágono, construidas por el Banco Obrero alrededor de 1930 [1]. Hacia el norte se encontraban viviendas de un solo piso con fachadas que conservaban las características comunes de las casas de la primera mitad del siglo XX, con ventanas rectangulares y rejas, sobre poyos, y cornisas superiores de remate que ocultaban la techumbre de tejas, permitiendo la salida de las aguas de lluvia a través de gárgolas.

Durante el día, la vida de la placita tenía un carácter comercial pues, diagonal a ella, queda el Mercado Principal, que data de los años 20, a donde muchas veces fui con mi abuelo a hacer las compras diarias.... Cerca quedaba, y aún subsiste, el resto del área comercial de la ciudad, por lo que mucha gente se mezclaba en sus calles.

De noche al cerrar el comercio, la vida de la placita se tornaba en un intercambio familiar, en donde los mayores se sentaban en la puerta de la casa a conversar y a ver jugar a los niños en la plaza. Prácticamente todas las puertas estaban abiertas y los vecinos vivían en permanente comunicación. Ya de madrugada, no faltaba una que otra serenata en alguna de las ventanas, sobre todo en casa de la Pérez, mis tías, en donde todavía quedaban solteras las menores de seis hermanas.

Pero este grato ambiente duraría aproximadamente unos veinte años más. A comienzos de la década de los ochentas, el Concejo Municipal de turno decidió la construcción del Bulevar Pérez Almarza, lo que incorporó un diseño urbano ajeno totalmente a la tradición del lugar. La placita desapareció como tal, para fundirse en un solo espacio con la calle Pérez Almarza. También desaparecieron el estacionamiento en espina de pescado y los parquímetros. Ya no había donde estacionar los vehículos de las familias residentes de la plaza. Todo se transformó en bancos y jardineras sembradas de plantas poco atractivas. 

Por otro lado, el Plan Regulador de la Ciudad del año 1972 otorgó potencialidades comerciales a las parcelas que hasta ahora habían sido empleadas para uso residencial, sin considerar las características que, como patrimonio arquitectónico y urbano, poseía el sector. El resultado fue que, poco a poco, las casas inglesas y las demás casas vecinas de la plaza han desaparecido para dar paso a locales comerciales de hasta tres pisos, de escaso valor arquitectónico. La coherencia y el alineamiento de fachadas en la placita se perdió, al igual que la vivificante presencia de los niños y adultos (...) Entonces, Maracay perdió su 'Placita Pérez Almarza'" (MACMA, op. cit., pp. 79-80).


La magnitud de las intervenciones sobre las casas inglesas, hay que decirlo, ha sido devastadora: su armónica visión de conjunto ha desaparecido y las modificaciones de que han sido objeto buena parte de ellas no son en modo alguno compensadas ante la rotunda pobreza arquitectónica de las fachadas resultantes.

Aspecto del conjunto "casas inglesas" en 1975, todavía íntegro. Foto de Cecilio Torres, extraída de Botello 2007, p.247.

Vista parcial de las "casas inglesas" sobre el bulevar Pérez Almarza en 2002. Una de las fachadas ya había sido transformada de manera drástica en sus dos niveles (edificación en amarillo claro). Foto: P.H.S., 2002.

Vista del conjunto hacia 2008 (?), donde se observa la posible modificación total de otras dos casas (una estructura metálica oculta los pisos superiores), así como la modificación de la planta baja del par de casas que se encuentran en primer plano. Foto extraída de la página FB Maracay Forever.

Vista general de las "casas inglesas" sobre el bulevar Pérez Almarza en 2015. Puede observarse con claridad la modificación radical de dos casas más (edificación en blanco). La edificación del centro (en gris) muestra las plantas altas definitivamente intervenidas en la segunda y tercera casas y que en la imagen anterior se encontraban ocultas por una estructura metálica. Ambas edificaciones, sin valor arquitectónico alguno, rompen para colmo la linealidad de la perspectiva original con el recurso de proyectar hacia la acera las plantas altas intervenidas. Se conservan sin mayor intervención solo cuatro de las posibles diez fachadas originales (se considera que la casa de la esquina forma parte de las fachadas que hacen frente a la calle Santos Michelena).  Foto: P.H.S., 2015.

Volante publicitario con vista parcial de las "casas inglesas" (s.f.), donde puede apreciarse (con cierta dificultad) el desarrollo de las fachadas sobre la calle Santos Michelena (tal vez tres fachadas). Foto extraída de la página FB Maracay: Sólo su pasado histórico, y subida por E. Angarita en 2014. 

Vista general de las "casas inglesas" sobre la calle Santos Michelena (década de 1970 o 1980?). Las casas conservaban su techo y fachada con pocas modificaciones, entre ellas el frisado de las paredes originales de ladrillos a la vista y la eliminación de algunos vanos de ventana. Foto extraída de la página FB Maracay: Sólo su pasado histórico, y subida por H. Sumoza.

Vista de las "casas inglesas" sobre la calle Santos Michelena en 2015. Los techos y las fachadas de la planta baja han sufrido fuerte modificación. Foto: P.H.S., 2015


La recuperación de las casas que subsisten es tan incompleta e insatisfactoria como la correspondiente al Mercado Principal. Se agradece no obstante, y mucho, la declaratoria patrimonial -aun cuando tardía- de las mismas, pues con ello se sientan las bases para la necesaria (e impostergable) elaboración y ejecución de un plan de salvaguarda, que comprenda orgánicamente otros conjuntos urbanos y arquitectónicos igualmente significativos, que acusan hoy un fuerte descuido y que han comenzado desde hace rato su progresivo proceso de desaparición, bien por desvirtuado a causa de intervenciones inadecuadas, como es el caso del Barrio El Toro, o bien por derribo -sin que ni siquiera sean sustituidos por edificaciones notables-, tal como ha ocurrido ya con el conjunto de viviendas del Barrio Catalán destinado a alojar a trabajadores de Telares de Maracay.

Vista de una calle del Barrio El Toro, primera urbanización obrera construida en Maracay por el Banco Obrero, en 1932. La edificación en primer plano y a la izquierda es indicio del comienzo de un proceso de intervenciones drásticas en el sector. Foto extraída de IPC (2006). 

Pasaje Catalán en 1928, cuyas casas sirvieron de alojamiento para personal obrero de Telares de Maracay. Hoy el conjunto se encuentra en estado crítico. Foto de Luis Felipe Toro "Torito", extraída de la página FB Maracay: Sólo su pasado histórico y subida por W. Prada.

Quintas del Barrio Catalán, donde fueron alojados los ingenieros de Telares de Maracay. Aun cuando el conjunto se conserva casi íntegro (ocho de tal vez nueve quintas originales), muestran un alto grado de deterioro. La segunda quinta, de derecha a izquierda, corresponde a El Vergel, vivienda de infancia del dramaturgo Isaac Chocrón; a la primera se le ha añadido un tercer piso de manera inadecuada. Imagen extraída de la página FB Maracay: Sólo su pasado histórico, y subida por M. Figuera.

Viviendas del Barrio Catalán destinadas a trabajadores (¿personal técnico?) de Telares de Maracay, y derribadas a inicios de la década de 1970. Foto (s.f.) extraída de la página FB Maracay Forever, y subida por Arias en 2008.


Quiera la Providencia que sea este el inicio de una actitud más comprensiva por parte de las administraciones de turno hacia el aporte urbano de Maracay en el contexto nacional, y de una consecuente actuación respetuosa de aquéllas sobre los sitios y edificaciones de la ciudad. Tal vez los maracayeros podamos disfrutar de este modo el panorama que Silvia Lasala (1997) hubiese querido apreciar en Caracas si se hubiesen conservado las edificaciones coloniales conviviendo con los nuevos símbolos de la ciudad republicana: ..."Hubiera sido una ciudad tal vez menos coherente aún que la de hoy en día, pero más compleja, más rica en contenidos y más llena de las contradicciones y vicisitudes de su propia historia" (p.177).



NOTAS

[1] No se posee en la actualidad información sobre el número exacto de viviendas que formaban la totalidad del conjunto. Es posible que sobre la calle Pérez Almarza se desarrollaran diez viviendas, y tal vez tres sobre la calle Santos Michelena (incluyendo la del cruce de ambas calles).

[2] Este conjunto fue considerado en el Preinventario de bienes inmuebles del estado Aragua, elaborado en 2001 por el Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) y FUNDACITE Aragua. Dicho trabajo tuvo escasa difusión, y aunque en principio no poseía carácter legal, pudo al menos haber servido de apoyo y guía para las instancias municipales responsables de la permisología. El catálogo resultante del I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano (IPC, 2006) sí posee ese carácter en virtud de la Providencia Administrativa Nº 012/05 que contiene (pp. 267-271), y aunque fue ampliamente distribuido (disponible incluso en la Internet), no evitó que continuaran las intervenciones drásticas e irreversibles sobre algunos de estos inmuebles.



FUENTES

Angulo, E. (2015, Marzo 27). Bs. 700 millones fueron invertidos en Girardot durante 2014. El Aragüeño [Versión digital]. Disponible: http://www.prensaescrita.com/adiario.php?codigo=AME&pagina=http://www.elaraguano.com.ve

Avanza rehabilitación del Bulevar Pérez Almarza. (2015, Marzo 21). El Aragüeño [Versión digital]. Disponible: http://www.prensaescrita.com/adiario.php?codigo=AME&pagina=http://www.elaragueno.com.ve

Botello, O. (2007). Toponimia antigua de Maracay. Maracay: Concejo Municipal de Girardot.

Cordero Velásquez, L. (1997). Maracay: La meca del gomecismo. Caracas: Autor.

Edificio de la economía informal tiene 90% de avance. (2015, Marzo 16). El Aragüeño [Versión digital]. Disponible: http://www.prensaescrita.com/adiario.php?codigo=AME&pagina=http://www.elaragueno.com.ve

Instituto del Patrimonio Cultural-IPC. (2006). Municipios Girardot y Francisco Linares Alcántara, estado Aragua: Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Región Centro Oriente: AR 03-17. Metamorfosis de la memoria (Orlando Araque Pérez). Caracas: Autor, pp. 79-85.

Instituto del Patrimonio Cultural-IPC y FUNDACITE Aragua. (2001). Preinventario de bienes inmuebles del estado Aragua. Tomo I. [Sin publicar].

MACMA. (1996). Maracay: Espacio y memoria: Aproximación al tiempo, paisaje, arquitectura, iconos y vida de la ciudad. Maracay: Autor.

Pérez Contreras, Z. (2014, Mayo 21). Maracay, industrias agropecuarias del general Juan Vicente Gómez. En. Historias de Maracay: Tiempos de la ciudad. Disponible:

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