(Foto F. Barreto. El Siglo, 2011)
Cursada la denuncia, la respuesta de las autoridades fue bastante rápida, y 48 horas más tarde el bronce fue hallado, aunque sin su brazo derecho, amputado a fuerza de segueta.
La Secretaría de Estado para el Patrimonio Histórico de la Gobernación de Aragua ha decidido la reubicación de la obra en la plaza El Ancla, en el antípoda de su emplazamiento inicial, con el propósito de procurar su salvaguarda. Poco se dice en tanto sobre el destino del pedestal- fuente original que complementa la estatua del cacique, y sin el cual el monumento está incompleto. La noticia de que se hará una réplica de dicho pedestal para colocar el bronce en su nuevo sitio no obvia la obligación de garantizar también la conservación del auténtico en su locación de siempre, así como la recuperación de su otra función primigenia, es decir, como surtidor de una fuente ornamental. Desde luego que la concreción de esto último pasa por la opción que se seleccione entre todas las que plantea el crecimiento del lago, por una parte, y por los avances efectivos en la organización de las comunidades aledañas, por otra. Ambos factores dependen a su vez, y sobre todo, de la voluntad política.
Este caso de agresión al patrimonio de los maracayeros no es único, ni ocasional, ni tampoco aislado. Otros actos lesivos a la escultura urbana -por comisión o por omisión- ocurren con más frecuencia y diversidad de lo que tenemos consciente, y tal vez constituyan el caldo de cultivo para la progresiva destrucción de nuestros bienes culturales. Los ejemplos que aquí se muestran representan los más notables, y con toda seguridad, no agotan el inventario. Conviene decir que la notabilidad mencionada se relaciona más con el grado de las lesiones sufridas que con la calidad artística –por lo demás variable- de las obras agredidas.
Casos extremos de pérdida relativamente reciente, bien por destrucción evidente o bien por desaparición de obras sin que de ellas se conozca ni paradero ni destino, son la antigua fuente del circo de toros “César Girón” (Maestranza de Maracay); el busto en cemento de Arístides Bastidas en la urbanización Los Caobos; la obra “24 de julio de 1984”, de Juan Loyola, en el Complejo Cultural Santos Michelena; y la estatua en bronce de Simón Rodríguez, en la plaza El Estudiante (frente al mercado municipal), realizada por David David.
La demolición de la fuente ornamental en forma de copa que se ubicaba frente a la mezquita principal de la Maestranza (mezquita oeste), fue una innecesaria y lamentable decisión tomada por la municipalidad durante la intervención del coso calicantino en 1982 para la celebración de su cincuenta aniversario (enero de 1983).
Vista de la fuente frente a la mezquita oeste de la Maestranza de Maracay, ¿década de 1950? (Foto extraída de Maracay Forever).
Habrá que conformarse (consuelo de tontos) con la subsistencia del tallo de la copa, un hermoso trabajo de formas y motivos vegetales en piedra artificial, que preside desde 1983 y a todo riesgo un espacio dedicado a Francisco “Pancho” Díaz, quien fuera Presidente del Concejo Municipal del Distrito Girardot y antiguo epónimo de la hoy llamada urbanización “Calicanto”, según se desprende de la inscripción “urbanización Pancho Díaz”, que aún puede leerse al pie del tallo (1).
(Foto P. Hernández, 2008)
El busto del periodista científico Arístides Bastidas fue por su parte objeto de vandalismo sistemático, y progresivamente reducido a fragmentos hasta su total desaparición.
(Foto IPC, 2006).
El bronce de Simón Rodríguez desapareció hace ya varios meses sin levantar el ruido que ha provocado la reciente agresión al Cacique Maracay. No obstante, ambos hechos se vinculan por la similitud en las condiciones de descuido y abandono que favorecieron la presunta comisión de tales delitos.
(Foto P. Hernández, 2009?)
La obra “24 de julio de 1984”, realizada con material de desecho intervenido y sometida al rigor del clima en los espacios externos del complejo Santos Michelena, donde ya no está presente, parece haber sucumbido a la corrosión y a la desidia de sus custodios.
(Foto P. Hernández, 2006)
Las causas y consecuencias en perjuicio de esta creación de Loyola parecen ser también la realidad inexplicable de dos de las obras más significativas de la escultura contemporánea urbana en Maracay, por tratarse de escultores internacionalmente consagrados: “Tres figuras” (1968), de Marisol Escobar, situada cerca del sitio que ocupaba la creación de Loyola, y “Vertical vibrante plata” (1968), de Alejandro Otero, emplazada en la redoma El Óvalo, en el sector de Tapatapa.
La pieza de Marisol Escobar muestra el deterioro físico y la degradación estética derivados de años de descuido y de abandono a su suerte.
(Foto P. Hernández, 2006).
A la de Alejandro Otero le fueron sustraídas en 2004 las aspas de aluminio anodizado que le aportaban movimiento, sin que hasta ahora hayan sido repuestas a pesar de su enorme significado como primicia de la madurez creativa de su autor: “A partir de su premonitorio Mástil reflejante, de 1954, su expansión desemboca, para 1967-1968, en una asombrosa serie de obras destinadas a ocupar un espacio en la ciudad. Son finas, elegantes y altas construcciones metálicas, cuya materia o tipo le gusta variar. La primera, Estructura vertical vibrante, se encuentra a la entrada de Maracay”… (Diehl, 2001, p.135).
Vista de la Vertical vibrante de Otero en 2001. Ostentaba aún las aspas de aluminio anodizado (Foto P. Hernández).
Vista de la Vertical vibrante de Otero en 2006. Las aspas ya habían sido sustraídas (Foto IPC).
El descuido sobre esta obra clave por parte de la Alcaldía de Girardot, bajo cuya responsabilidad se encuentra, es tanto más notable e incomprensible cuando se conoce del trabajo de recuperación que ha realizado el Centro de Arte La Estancia-PDVSA sobre “Abra solar”, creación de Otero en el mismo estilo ubicada en Plaza Venezuela (Moreno González, 2007), experiencia y recursos que bien pueden ser asimismo solicitados con todo derecho para la obra maracayera.
Una obra en cemento policromado (¿de David David?), significativa por tratarse de la imagen de San José, patrono de la ciudad, permanece suelta a un lado de su pedestal desde febrero de 2011, cuando fue desmontada a objeto de reparar e incrementar la altura de aquél (Rodríguez Frisicchio, 2011), sin que a inicios del mes de septiembre de 2011 hubiera sido todavía restituida a su lugar por parte de la Alcaldía de Girardot, instancia responsable de su salvaguarda. Lo increíble es que ni siquiera la celebración de su día, el 19 de marzo, pudo ser factor de presión -lógico y esperable en cualquier lugar del mundo- para acelerar la restitución. Las condiciones para la sustracción de la imagen están servidas en bandeja; sólo faltan los malintencionados y los guapos pa' cargá, que sabemos que los hay, según hemos podido comprobar amargamente con lo sucedido a la escultura de nuestro cacique.
(Foto Y. Rodríguez. El Aragüeño, 2011).
NOTAS
(1) Al respecto, señala Botello 2007 (p. 68): "Hubo la intención de dar [a la urbanización] el nombre del destacado maracayero don Francisco Díaz "Francisquito" y hasta se colocó una placa con su nombre pero siempre se le llamó solamente Calicanto, como fue llamada al comienzo su plaza de toros".
FUENTES:
Botello, O. (2007). Toponimia antigua de Maracay: Calles, plazas, esquinas, plazas, sitios. Maracay: Concejo Municipal de Girardot.
Diehl, G. (2001). El arte en Venezuela en los años 50: Una visión de vanguardia. Caracas: Consejo Nacional de la Cultura-CONAC.
Instituto del Patrimonio Cultural. (2006). Municipios Girardot y Linares Alcántara, estado Aragua [Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Región Centro Oriente: AR 03-17]. Caracas: Autor.
Maracay Forever. (2008?). [Página Web en línea]. Disponible: http://www.facebook.com/group.php?gid=7923738725 [Consulta: 2011, Septiembre 7].
Moreno González, S. (2007, Junio 12). “Abra solar” de Otero estará listo en julio. Últimas Noticias. Caracas.
Recuperado monumento de indio Maracay. (2011, Septiembre 6). El Siglo [Periódico en línea]. Disponible: http://www.elsiglo.com.ve [Consulta: 2011, Septiembre 7].
Rodríguez Frisicchio, Y. (2011, Agosto 2). Imagen de San José se mantiene fuera de su pedestal. El Aragüeño [Periódico en línea]. Disponible: http://w.w.w.el-aragueno.com.ve. [Consulta: 2011, Septiembre 7].
Alucino y me deprimo (no es exageración, me deprime) ¡¿Todavía la obra de Otero sigue sin restaurarse?! y la Marisol Escobar junto a la de Loyola están con tan deterioradas que ya una ha desaparecido, casi (la de Loyola) y la de Marisol solo es cuestión de tiempo. Seguramente será tu blog y algunos libros quienes preserven lo que otrora embellecía la ciudad.
ResponderEliminarSaludos
Así es Claudia, la obra de Loyola ya no está. No me atrevo a preguntar qué hicieron con ella.
ResponderEliminarEn lo que respecta a “Tres figuras” de Marisol Escobar, antes de dar respuesta a tu comentario me di una pasada por la Casa de la Cultura, no fuera que en las últimas dos semanas le hubiesen dado un cariñito... Pues no, a no ser que consideremos cariñito el aporte de los grafiteros. Y fue útil el paseo, pues pude percatarme de que la herrumbre ha corroído parte de la base.
Pienso sin embargo que algún día llegarán tiempos mejores para el patrimonio en Aragua. Por lo pronto habrá que seguir respirando jondo y guapeando...
(Eliminé mi entrada anterior por "galimática". Creo que regresé un tanto descentrado... Es que estas cosas, a mí... )