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miércoles, 19 de octubre de 2016

A propósito del programa municipal de renovación urbana y la Vertical Vibrante Plata de Alejandro Otero


Días atrás, el diario regional El Aragueño publicó una nota, proveniente de Prensa de la Alcaldía de Girardot, relacionada con el ornato de la avenida Constitución de Maracay, "específicamente en el límite con el municipio Santiago Mariño".

Según lo que permite apreciar la fotografía que acompaña la nota, el ornato ha consistido en una intervención bastante modesta de las "áreas verdes" del lugar en cuestión, y sobre la que el ciudadano Víctor González, presidente del Instituto de Mantenimiento Urbano de Girardot (Imug), se refiere como "un proyecto sustentable de renovación urbana, en pro de darle a esta zona un sentido más armónico y progresivo".

Foto: Prensa Alcaldía Girardot, El Aragueño (2016, Septiembre 20).

A mi modo de ver, y por decir lo menos, la imagen no genera entusiasmo alguno sobre el resultado, desde el punto de vista estético, de la referida intervención. González pareciera adelantar un justificativo con estas palabras: ..."estamos evaluando cada ornato de la ciudad con criterio urbano y sostenible para que sean de poco mantenimiento, utilizando plantas de diferentes especies con alta resistencia al sol y a la lluvia, así como cobertura con materiales inertes como las gravas y gravillas, para dar textura a los diferentes elementos creados en el diseño".

Pero la imagen no ayuda, para nada. Aunque el concepto y la intención sean valederos, definitivamente no se percibe diseño por ninguna parte, y en consecuencia, el esfuerzo de renovación (que es siempre de agradecer por parte de la ciudadanía) se diluye, no es atractivo, no atrapa; en fin, no convoca a la identidad y al sentido de pertenencia.

A la luz de estos comentarios, la nota publicada no hubiese tenido mayor trascendencia si no fuese por el último párrafo, agregado allí casi como al vuelo, donde se informa del próximo inicio de "la reestructuración del espacio ubicado en el distribuidor de Tapa Tapa", en la entrada occidental a Maracay.

Me pregunto entonces -un tanto inquieto considerando el pobre resultado de lo que se ha hecho en la punta este de la ciudad- ¿qué cosa implicará el término "reestructuración" dentro de este contexto noticioso?


Pongo en autos: el distribuidor de Tapa Tapa tiene como elemento estructurante la llamada Plaza El Óvalo, incluída en el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007 (IPC, 2006) y descrita en el mismo como un espacio ajardinado construido durante la administración municipal de la ciudadana Marlene Ortiz (1989-1992), para colocar la obra Vertical Vibrante Plata de Alejandro Otero (https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Otero) . Esta estructura-escultura cinética había estado ubicada en la isla de la avenida Bolívar este, frente al Club de Suboficiales, desde su adquisición durante la administración regional del ciudadano Ildegar Pérez Segnini (1964-1967).

La Vertical Vibrante Plata de Alejandro Otero en la Plaza El Óvalo, a la entrada oeste de Maracay. Foto: P.G.H.S. (2001).


Señala Diehl (2001) que esta obra de Alejandro Otero es la primera de una serie (iniciada hacia 1967-1968) de obras destinadas a ocupar un espacio en la ciudad. "Son finas, elegantes y altas construcciones metálicas, cuya materia o tipo le gusta variar....Todas se animan, sea con un motor, sea únicamente con el viento sobre las aletas incorporadas en ellas y que a veces producen efectos sonoros. Desde entonces, se adelanta con método y confianza por esta vía triunfal, muy pronto internacional.... Con el concurso necesario para entonces de ingenieros que calculan armazones y materiales, puede desarrollar sus inventos tan innovadores, elaborando formas cada vez más amplias y majestuosas" (p. 135).


Es probable que la concepción de Plaza El Óvalo estuviese animada por la intención de ofrecer a tan significativa obra un escenario de mayor merecimiento que aquel que ocupara por algo más de dos décadas entre los canales de circulación de la avenida Bolívar. Sin embargo, la falta de mantenimiento por parte de las administraciones municipales siguientes tanto de este espacio -vedado al trajín peatonal- como de la obra que albergaba -poco conocida respecto de su valor como hito artístico nacional- propició caminos hacia una sustracción relativamente cómoda - y quién sabe si paulatina -de los cuatro juegos de aletas de aluminio (doce en total) que animaban con su movimiento esta escultura cinética. No se conocen los responsables de este hecho ocurrido en 2004, y las autoridades no parecen darse por enteradas a pesar de que en 2006 la obra fuera incorporada en el Registro General del Patrimonio Cultural de Venezuela y de que en el catálogo correspondiente se advierta que "la institución responsable de este bien está en la obligación legal de tomar las medidas necesarias para conservarlo y salvaguardarlo, notificando al Instituto del Patrimonio Cultural sobre estas actuaciones" (IPC 2006, p.170). [1]

Aspecto de la Vertical Vibrante Plata de Alejandro Otero, luego de la sustracción de sus doce aletas. Foto extraída de IPC (2006).


En 2007 el Centro de Arte La Estancia, institución socio-cultural de la industria petrolera venezolana (PDVSA), inició la restauración del Abra Solar, obra del mismo autor [2] conformada por una estructura de acero inoxidable de 16x42 m. y por 33 "mariposas" giratorias de aluminio, las cuales también fueron objeto de sustracción. La restauración fue efectuada en el transcurso de ese mismo año y en ella participaron Gil Otero, hijo del artista, quien intervino en el montaje original de la obra, y el ingeniero Mikel Arbeloa. A diferencia de un cuarto de siglo atrás, contaron esta vez para el efecto con los recursos tecnológicos nacionales: las 33 mariposas, cuyo prototipo tomó cuatro meses en ser elaborado,  fueron realizadas en un taller ubicado en Fila de Mariches (estado Miranda). Un paisajismo y un sistema de iluminación adecuados realzan el lugar de emplazamiento de la obra, pero también procuran la protección física de la misma.

Alejandro Otero y su Abra Solar (1982). Foto extraída de El Abra Solar, op. cit.


En noviembre de 2008, el Centro de Arte La Estancia hizo entrega de Espejo Solar II, otra obra de Alejandro Otero, ubicada en la plaza central del edificio CADAFE de El Marqués (Caracas), también rehabilitada por dicho centro en un lapso de diez meses y con el concurso de Gil Otero y David Beraia. El mantenimiento que recibió la obra en cuestión, a un costo de BsF. 332.000, "implicó procesos como limpieza con chorro de arena de la estructura principal, para dejar el metal sin pintura ni óxido; aplicación de fondo anticorrosivo; aplicación de poliuretano resistente a la luz ultravioleta y a la intemperie; limpieza de todas las velas giratorias y reparación de los golpes en las láminas de acero inoxidable que conforman las velas. Además, se fabricaron las barras y tensores de las velas giratorias para reemplazar las pre existentes. También se fabricaron las 14 chumaceras superiores y 14 inferiores, las cuales poseen estoperas que impiden que el sucio y el agua dañen el sistema de giro. El diseño de estas es el mismo utilizado en el Abra Solar de la Plaza Venezuela. Asimismo los ejes fueron realizados en acero inoxidable y mecanizados con tornos de precisión para garantizar que fueran idénticos a las piezas originales. Luego se cortaron y retiraron todos los pivotes de las veletas para reemplazarlos por pivotes nuevos, dado que los anteriores se encontraban desgastados y corroídos por la intemperie. Finalmente, se procedió al montaje de todas las velas en la escultura y a su iluminación artística" (ABN: El Espejo Solar..., 2008).

Una semana más tarde estaba proyectada la entrega de otra obra rehabilitada: Los Cerritos, de Alejandro Otero y Mercedes Pardo, ubicada en la entrada de la autopista Caracas-La Guaira. Señalaba entonces Beatriz Sansó, gerente general de PDVSA-Centro de Arte La Estancia que el conjunto de estas rehabilitaciones "enaltece y da justo valor.... a la obra y figura del insigne maestro guayanés (....) y forma parte del eje de rehabilitación patrimonial del Centro, el cual tiene como propósito fortalecer la cultura e identidad venezolanas, así como devolver el esplendor y la grandeza de emblemáticos patrimonios históricos y artísticos de excepcional valor" (op. cit.; resaltado nuestro).


PDVSA-La Estancia constituyó un importante apoyo para la reciente rehabilitación de la Plaza Bolívar de Maracay (ver entrada del 15 de febrero de 2015). ¿Por qué no insistir en recurrir de nuevo a dicha institución para la restauración la Vertical Vibrante Plata, teniendo como fundamentos el propósito señalado por su gerente general y la indudable experiencia institucional adquirida con la intervención de otras obras de Otero? Tal vez, perseverando, Maracay pueda lucir para su próximo aniversario un hito digno y significativo en la entrada Oeste a la ciudad desde la Autopista Regional del Centro (ARC), como lo son ahora las redomas de El Avión y de El Obelisco en la entrada Este desde la misma arteria vial.



NOTAS

[1] El 19 de junio de 2007, la Asociación Civil "Hacienda La Trinidad" hizo entrega de comunicación dirigida a la Superintendencia del entonces Servicio Autónomo de Cultura del Municipio Girardot-SACUMG (ACT-013-07), mediante la cual se le hacía llegar "copia de información aparecida en el diario Últimas Noticias el día 12 de los corrientes, referida a la rehabilitación de la obra 'Abra Solar' por parte del Centro de Arte La Estancia-PDVSA, con una inversión de un millardo de bolívares". Según dicha información, la obra mencionada sería restituida a la Plaza Venezuela de Caracas en ocasión de conmemorarse el 440 aniversario de la ciudad. Sugería la comunicación en cuestión aprovechar la oportunidad para intentar gestionar el apoyo del Centro de Arte La Estancia-PDVSA para la recuperación de la obra del mismo autor "Vertical Vibrante Plata", situada en la Plaza El Óvalo de Maracay, y se añadía el dato de que existía una obra posterior similar, titulada "Vertical Vibrante Plata y Oro", ubicada en el Hotel Caracas Hilton, lo cual supondría el ahorro del diseño de un prototipo de las aletas sustraídas a la obra de Maracay. Se proponía además acompañar la solicitud de apoyo a La Estancia con un listado de firmas de adhesión de artistas regionales y otros representantes del sector cultural aragüeño. De más está decir que no hubo respuesta -ni en favor ni en contra de la sugerencia- por parte de la Administración de turno de la Alcaldía de Girardot, organismo responsable de la salvaguarda de la obra.

[2] El Abra Solar de Alejandro Otero es producto del desarrollo de la idea iniciada con su obra Vertical Vibrante Plata, ubicada en Maracay. Ambas obras se basan "en los estilos cinético, Op Art, Kinética (cinetismo bajo la premisa del movimiento) y el abstraccionismo geométrico instaurado por el grupo 'Los Disidentes' en 1945, organización a la que Otero perteneció y que proponía experimentaciones de un arte neofigurativo, es decir, nuevas formas visuales y percepciones del arte que rompen con el figurativismo clásico". El Abra Solar formó parte de la muestra del Pabellón Venezuela en la XL Bienal de Venecia (1982), para luego (en 1983) ser instalada en la Plaza Venezuela de la ciudad de Caracas (@pdevsalaestancia, s.f.; El Abra Solar, 2015).



FUENTES

ABN: Espejo Solar II vuelve a brillar en El Marqués. (2008, Noviembre 14). Disponible: http://lisablackmore.net/?p=527

El Abra Solar de Alejandro Otero. (2015, Agosto 17). Disponible: http://abuenavoz.com.ve/el-abra-solar-de-alejandro-otero/

Diehl, G. (2001). El arte en Venezuela en los años 50. Caracas: CONAC.

Instituto del Patrimonio Cultural-IPC. (2006). Municipios Girardot y Francisco Linares Alcántara, estado Aragua. Caracas: IPC. Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007. Región Centro Oriente: AR 03-17.

@pdvsalaestancia. (s.f.). El Abra Solar, de Alejandro Otero... Disponible: http://www.imgrum.net/user/pdvsalaestancia/202899472/1005959112686954216_202899472

Reinaugurado en Plaza Venezuela el "Abra Solar" (2007, Noviembre 10). Disponible: http://www.sabanagrandeonline.com/site/index.php?option=com_content&task=view&id=59&Itemid=1


ACTUALIZACIÓN INFORMATIVA

Alcaldía de Girardot ejecuta rehabilitación en el ornato de Tapa Tapa. (2017, Enero 20). El Aragüeño [Versión digital]. Disponible: http://elaragueno.com.ve/region/alcaldia-de-girardot-ejecuta-rehabilitacion-en-el-ornato-de-tapa-tapa/

..."Víctor González, presidente del Instituto de Mantenimiento Urbano de Girardot (Imug).... destacó que durante los trabajos de restauración se efectúa la instalación de adoquines para la creación de caminerías y la recuperación de la obra cultural del lugar [sic] (...) Para finalizar, González manifestó que por instrucciones del alcalde Pedro Bastidas, rehabilitarán otros espacios de uso común en la jurisdicción, para contribuir con la sana convivencia de todos los maracayeros". (Texto y foto  extraídos de El Aragüeño, 20 de enero de 2017).



martes, 24 de marzo de 2015

Una luz para nuestro patrimonio urbano: La restauración de la estatua del Cacique Maracay



Emplazamiento original del monumento al Cacique Maracay (década 1960 ca.). Imagen extraída de la página FB "Maracay: Solo su pasado histórico" y subida por G. Valero en 2008.


Monumento al Cacique Maracay. Foto así titulada, tomada por Mariano U. de Aldaca y fechada 11 de junio de 1956 (Col. Universidad Católica Andrés Bello-UCAB). El Centro de Investigación de la Comunicación de dicha universidad (UCAB-CIC) registra otra imagen de este monumento, captada por Luis Noguera y fechada 25 de abril de 1953. Aunque lamentablemente la ficha correspondiente (disponible en Internet) no anexa la foto, la misma aporta el dato interesante de la fecha (siempre que el registro esté correcto), considerando que la avenida "2 de diciembre" (hoy avenida Mérida) -a la que se vincula estrechamente el monumento- fue inaugurada en 1957 (MACMA, 1996).  


En la entrada a este blog fechada 9 de septiembre de 2011 comenté sobre la agresión perpetrada días antes contra la estatua del cacique Maracay, obra emblemática del sur de la ciudad, que por más de 50 años había permanecido al final de la avenida Mérida y a orillas de la Laguna de Tacarigua (hoy conocida como Lago de Valencia), sin que hubiese sufrido daños de consideración, salvo el hurto de su arco, sus flechas y su posible placa de identificación original, y la modificación drástica de su pedestal fuente con la eliminación de la pila. Solo parecía preocupante entonces el aumento continuo de la cota del lago, cuyas aguas comenzaban a rodear ya el artístico "otero" desde donde el aguerrido indio vigilaba sin descanso los confines de sus predios. A pesar de ello, el daño no provino precisamente del lago, sino de manos alevosas: se le hizo caer desde su alta base, se le amputó el antebrazo izquierdo, y, a juzgar por los cortes que mostraba la escultura derribada, el derecho estuvo a punto de correr igual suerte.

Conviene advertir que el historiador Oldman Botello, cronista oficial de la ciudad, pone en duda la realidad histórica del Cacique Maracay y señala al aragüeño Rafael Bolívar Coronado como "el primero en utilizar a un tal indio Maracayo [o Maracaya], cuya existencia, por no decir incierta, hasta ahora no ha podido establecerse" (Botello 1980, p. 33; Botello 2007, p.13); se adhiere además al investigador Lisandro Alvarado (1858-1929) en la sugerencia de que la denominación Maracay derivaría del vocablo Maracaya, "nombre con el cual se conoció al cunaguaro (Felis pardalis) y no al tigre o jaguar (Felis jaguar) como se ha popularizado" (Botello 2007, op. cit., p. 13), afirmación sobre la que el investigador y docente universitario Alberto Fernández B.  aporta un interesante punto de discusión al mencionar "la posible existencia del yaguar o jaguar (Panthera onca) [según el autor, especie considerada anteriormente del género Felis] en los alrededores de ese pequeño caserío que con el tiempo recibiría el nombre de Maracay" (A. Fernández B., texto en correo-e; Enero 30, 2001). En todo caso, personaje histórico o personaje de leyenda, el Cacique Maracay mantiene su presencia en el imaginario colectivo de los maracayeros, y sin duda alguna formando parte del sentido de pertenencia de los habitantes del barrio Brisas del Lago.

Para quienes estén interesados en conocer más sobre el personaje en cuestión, se ofrece aquí el enlace a la entrada del 21 de agosto de 2014 del Blog Historias de Maracay: Tiempos de la ciudad, que ofrece algunas versiones de sus presuntas vicisitudes:

file:///D:/BLOG%20CIUDAD%20RECOBRADA/BLOG2015/CACIQUE%20MARACAY/HISTORIAS%20DE%20MARACAY%20%20LEYENDA%20DEL%20CACIQUE%20MARACAY%20(versiones).html

Los detalles del rescate de la estatua por parte de la entonces Secretaría de Patrimonio Histórico de la Gobernación de Aragua [1] y del Comando de Guardacostas del estado Aragua, así como las observaciones sobre los planes inmediatos para la obra, están contenidos en la mencionada entrada del 9 de septiembre de 2011 de este blog (La ciudad recobrada), bajo el título "Monumento al Cacique Maracay o el calvario silencioso del patrimonio artístico urbano", el cual dio pie a dos entradas más, fechadas el 12 y el 20 de septiembre de 2011, donde se expuso otros casos de pérdida o de deterioro -por comisión u omisión- de obras artísticas en diversos espacios públicos de la ciudad.

Finalmente, y tal como anunciara la Secretaría de Patrimonio desde el principio de los acontecimientos, la estatua fue restaurada y reubicada a fines de 2014 sobre un nuevo pedestal levantado en los espacios de la plaza El Ancla [2], al comienzo de la avenida Mérida y, por ende, distante del lago. La reubicación, de acuerdo con declaraciones de la representante de la mencionada dependencia del gobierno regional, favorecería el resguardo de la obra contra el vandalismo, así como su mantenimiento, aunque implicaba la separación de la misma de su pedestal original y la construcción de otro similar en el nuevo emplazamiento elegido (Otaiza, 2011).


Monumento al Cacique Maracay (décadas 1950-1960 ca.), con su pedestal fuente sin sufrir todavía la intervención que eliminó su pila o estanque. Foto extraída de la página FB "Maracay: Solo su pasado histórico" y subida por W. Prada en 2012.


Desde la perspectiva del "vaso medio lleno", puede en cambio decirse que la repudiable agresión condujo no solo a la restauración y salvaguarda de la estatua, por tanto tiempo dejada a su suerte, sino también a la identificación de su autoría, hasta hace poco atribuida al escultor venezolano Alejandro Colina (1901-1976). En ello jugó un papel clave la ahora Coordinación de Patrimonio Histórico, y en particular uno de sus funcionarios, Wladimir Rodríguez, al cual correspondió llevar a cabo el proceso de recuperación de la obra, y quien gentilmente ha facilitado valiosa información sobre este asunto, tanto oral como escrita:

La estatua en bronce del Cacique Maracay (titulada Cacique) es obra del escultor italiano Gaetano Chiaromonte (Salerno, 1872-Nápoles, 1956), autor de otras esculturas monumentales, entre las que destacan La Civilización y La Ciencia y La República y El Comercio, ambas realizadas para la Universidad de Panamá; Monumento a los caídos, en Salerno-Italia, y Cristóbal Colón, en Atlantic City-USA (Grieco, 2001; L. Setaro, texto en correo-e, Octubre 25, 2011). Fue fundida en Nápoles por la prestigiosa Fonderia Chiurazzi, en una época en que dicha empresa atravesaba por una seria crisis tras los embates de la Segunda Guerra Mundial. Respecto de esto, es ilustrativo el siguiente párrafo: 

..."Quedó, por tanto, frente a la dirección de la actividad de la Fonderia solo Gennaro Chiurazzi junior (el mayor de los hijos varones), llamado don Gennarino, nacido en Nápoles en 1897. Formado a la sombra de los grandes maestros que frecuentaban habitualmente la fábrica, había madurado durante el periodo de auge y esplendor de la empresa, pero se encontró, casi cincuentón, en el durísimo momento de la continuación, después de la tragedia de la guerra, que había perturbado el mundo entero. La reconstrucción de los daños provocados por el conflicto mundial le empujó inevitablemente hacia el desarrollo de la marmolería artística, dada la necesidad de restauración, de restablecimiento y de reconstrucción integral de obras monumentales, tanto en el campo civil como en el campo religioso. La fundición monumental experimentaba un lento y curioso ascenso, pero nada comparable a los encargos del pasado reciente; los costos eran todavía demasiado elevados para los críticos tiempos de la reactivación económica internacional. Los encargos más importantes llegaron de ultramar; en efecto, fue justo bajo la dirección de don Gennarino que fueron realizadas en los años cincuenta tres imponentes fundiciones: el monumento Cacique de Maracay (Venezuela), el de Cristóbal Colón de Atlantic City (USA), y en particular el imponente Armando Díaz de Nápoles, obra del escultor Francesco Nagni, de unos 5 metros de altura y 75 quintales de peso" (Grieco, op. cit., p. 55).  


Imagen de la obra "Cacique", probablemente en las instalaciones de la Fonderia Chiurazzi, en Nápoles (Italia), poco antes de ser enviada a su destino final en Maracay (Venezuela). Se presume que las personas que flanquean la estatua pudieran ser Gennaro Chiurazzi Jr (izquierda) y Gaetano Chiaromonte (derecha). Foto extraída de Grieco, 2001.


Luego de que las averiguaciones iniciales condujeran a la identificación de la empresa fundidora, y a través de ella, la del autor de la obra, se procedió a la búsqueda de quien pudiera emprender localmente el delicado trabajo de restauración. La responsabilidad recayó en la empresa "Arte y Estilos", que reconstruyó el antebrazo amputado, restituyó la pluma desprendida de su penacho con la caída, repuso arco y flechas a semejanza de los otrora hurtados, y corrigió una abolladura en la parte posterior de la cabeza que al parecer tenía antes de la agresión. 



Imagen del Cacique Maracay luego de su reciente restauración. Foto: P.H., 2015 


La réplica del pedestal fue, si se quiere, más complicada, sobre todo con relación a los altorrelieves que adornaban sus paredes norte, este y oeste, pues los originales quedaron sumergidos con la subida de nivel del lago y solo se contó para su reproducción con unas fotografías en close-up que habían sido tomadas incidentalmente por Rodríguez en 2008, cuando este aún no laboraba en la Coordinación de Patrimonio. Al momento del rescate de la estatua, y cuando todavía lo permitía la escasa profundidad de las aguas, se tomaron las medidas aproximadas del pedestal, con base a las cuales la empresa restauradora recreó otro que recuerda el anterior. 


Detalle del altorrelieve (pared este del pedestal). Foto: P.H., 2015


El nuevo sitio de emplazamiento y la orientación del monumento se acordaron con los habitantes del barrio Brisas del Lago: en el sector sur de la plaza El Ancla (fuera del espacio que figura una embarcación) y el cacique oteando hacia la ahora distante laguna de Tacarigua, tal como estuvo haciendo a lo largo de más de medio siglo. Su ubicación actual permite además ser apreciado desde la elevada autopista en dirección a Valencia (estado Carabobo) y desde el trazado del futuro tren, que corre a mayor altura.


Emplazamiento actual del monumento al Cacique Maracay: en el extremo sur de la recién rehabilitada plaza El Ancla, frente a los elevados de la autopista Caracas-Valencia y del futuro tren, y la figura orientada a la Laguna de Tacarigua. Foto: P.H., 2015 


Aun comprendiendo las circunstancias  y las razones de peso que motivaron la decisión de separar la estatua de su pedestal original, guardo la esperanza de que la figura del Cacique Maracay retorne al sitio que le es natural y significativo: las orillas de ese enorme espejo de agua que privilegia nuestra ciudad y que a ratos, y solo apenas, hemos sabido aprovechar. Pero para ello, repito, habrá que esperar un buen tiempo.



NOTAS

[1] En la actualidad Coordinación de Patrimonio Histórico, adscrita a la Secretaría Sectorial del Poder Popular para la Infraestructura y el Desarrollo Urbanístico, del Gobierno Bolivariano de Aragua.

[2] La rehabilitación de esta plaza formó parte del conjunto de obras y espacios a ser recuperados en 2014, en acción conjunta del Gobierno Bolivariano de Aragua y la Alcaldía del Municipio Girardot.



FUENTES

Instituto del Patrimonio Cultural. (2006). Municipios Girardot y Francisco Linares Alcántara, estado Aragua. Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Región Centro Oriente: AR 03-17. Caracas: Autor.

Grieco, M. (editor). (2001). Fonderia artistica Chiurazzi: La forma dell'arte. Nápoles (Italia): Altrastampa edizioni.

Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu- MACMA. (1996). Maracay: Espacio y memoria: Aproximación en el tiempo, paisaje, arquitectura, iconos y vida de la ciudad. [Catálogo de exposición: Diciembre 1996-marzo 1997]. Maracay: Fundación MACMA.

Otaiza, J. (2011, Septiembre 7). Vecinos hallaron plumas perdidas. El Aragüeño [Versión digital]. Disponible: http://w.w.w.el-aragueno.com.ve

lunes, 28 de noviembre de 2011

Una luz para nuestro patrimonio urbano: La restauración de la obra "Equilibrio", de Rafael Martínez.


A raíz del descubrimiento del hurto y agresión a la estatua del monumento al mítico Cacique Maracay, el domingo 4 de septiembre de 2011, publiqué tres entradas en este blog, los días 9, 12 y 20 de septiembre, que sin duda no agotaron el tema sobre el general estado crítico de las obras de arte en los espacios públicos de la ciudad.

En dichas entradas insistí en señalar que esta situación lamentable era en gran parte producto del descuido y la inconsciencia con que las autoridades y los ciudadanos tratamos la estatuaria y el equipamiento urbanos, que incluye no sólo las esculturas (estatuas y obras de arte) y los monumentos, sino también las fuentes, luminarias, bancos, rejas, jardineras, papeleras y otros elementos decorativos y utilitarios destinados a hacer más grato el espacio en el que hacemos vida.

No faltaron los ejemplos gráficos para constatar lo dicho, escogidos, por su contundencia y su significación, entre muchos otros que se perciben a lo largo y ancho de Maracay.

Entre los casos mencionados se encontraba una obra de Rafael Martínez (en el cruce de las avenidas Universidad y Narváez), de la que desconocía el título pues no llegué a ver su placa identificadora, que me imagino tuvo alguna vez, probablemente en hierro colado, como la que perduró hasta 2010 al pie de otra obra de Martínez, ubicada frente al mercado municipal (avenida Ayacucho).



Obra de Rafael Martínez, en el cruce de las avenidas Universidad y Narváez (Foto P.H., 2006)


Decía entonces que este era un caso ilustrativo de obras que, dado su estado lamentable y su desamparo, constituyen una diaria lección de indolencia, desvalorización, irresponsabilidad y negligencia para los habitantes de la ciudad: en el transcurso de varios meses la referida obra de Martínez se mantuvo sobre su pedestal colapsada desde su base, y cubierta de polvo y telarañas. Ante lamentable espectáculo, sugería también entonces su retiro por parte de la Alcaldía de Girardot, propietaria de la misma, en la convicción de que un pedestal vacío sería siempre una visión menos vergonzante y pervertidora.



Obra de R. Martínez colapsada (Foto P.H., 2011)


En un tono más irritado que derrotista, cerraba el asunto con estas frases: “Sin duda éstos son asuntos sobre los que las autoridades y los ciudadanos debemos reflexionar largo y tendido… ¡y con urgencia! De lo contrario, apaguemos la luz, y a otra cosa”.


Y bien… ¡al César lo que es del César!

En la segunda semana de noviembre me sorprendió (e inquietó) la ausencia en el sitio de la obra de Martínez. La inquietud, por fortuna, duró poco: alrededor de la base se había levantado una especie de jardinera, lo cual reducía la posibilidad de que hubiese sido objeto de hurto o vandalismo.



Pedestal sin la obra de R. Martínez (Foto: P.H., 2011)


¡La cuarta semana nos recibió con la obra de Martínez recuperada! Y digo recuperada en lugar de restaurada porque su color ha sido cambiado de azul a naranja, e ignoro si en ello tendría que ver la decisión de su autor. Prefiero pensar que sí.



Obra de Rafael Martínez recuperada y restituida en su pedestal (Foto: P.H., 2011) 


En todo caso, celebro la vuelta de la pieza de Martínez, titulada “Equilibrio” según reza la placa identificadora en la pared este del pedestal. Con su recuperación (y ojalá que también con su mantenimiento), la Alcaldía está cumpliendo con su parte; a los ciudadanos nos corresponde respetar su integridad física y artística, y colaborar en su salvaguarda.



Placa identificadora de la obra "Equilibrio", de Rafael Martínez. Sólo se echa en falta la fecha de creación (Foto: P.H., 2011).


Pero el significado de esta acción va más allá del hecho de reintegrar este bien cultural al patrimonio de la ciudad. Abre sobretodo una rendija de esperanza para otras obras de importancia al tiempo que restablece la credibilidad en la administración pública: en reciente edición del programa Escenario, conducido por Ydelise Rincón en la televisora regional TIC TV, William Hernández, Secretario de Cultura del estado Aragua informó sobre la futura recuperación de los espacios exteriores del Complejo Cultural Santos Michelena, y señaló expresamente la intervención con fines de conservación de “Tres figuras” y de “Tótem”, creaciones de dos artistas venezolanos internacionalmente consagrados: Marisol Escobar y Pedro Barreto, respectivamente.



Estado actual de "Tres figuras", obra de Marisol Escobar, 1968 (Foto: P.H., 2011).



Estado actual de "Tótem", de Pedro Barreto, 1968 (Foto: P.H., 2011).


Nada se habla por ahora de la “Vertical vibrante” de Alejandro Otero (en la redoma El Óvalo, sector Tapatapa), una de las obras de arte de mayor relieve en nuestros espacios públicos, dado el significado que posee para la historia del arte nacional. Insisto en que su restauración puede ser posible por mediación del Centro de Arte La Estancia-PDVSA, institución que ha tenido bajo su responsabilidad un trabajo similar, probablemente más complejo, con “Abra Solar”, otra obra de Otero, ubicada en la Plaza Venezuela de Caracas.



Estado en 2006 de "Vertical vibrante" de Alejandro Otero, 1968 (Foto: IPC, 2006).


Esperemos sinceramente que esta luz que ha sido encendida con la pieza de Rafael Martínez alumbre el camino para bien del resto del patrimonio artístico maracayero.



FUENTE:

Instituto del Patrimonio Cultural-IPC. (2006). Municipio Girardot y Francisco Linares Alcántara, estado Aragua: Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Región Centro-Oriente: AR-03-17. Caracas: Autor.

martes, 20 de septiembre de 2011

Monumento al Cacique Maracay o el calvario silencioso del patrimonio artístico urbano (III)

Durante la madrugada del domingo 4 de septiembre de 2011, a orillas del lago Tacarigua en el sur de la ciudad, hubo un intento robo de la estatua en bronce del Cacique Maracay. Aunque la pieza fue rescatada de las aguas lacustres, ésta no escapó ilesa. Sin uno de sus brazos, aguarda su reubicación – esperemos que luego de ser restaurada- en un sitio más cercano al tráfago citadino, en procura de su vigilancia y mantenimiento. Una réplica sustituirá el pedestal-fuente que durante 54 años sostuvo la escultura, y sin el cual el monumento al mítico personaje resultaría desvirtuado. Queda en el aire el destino del pedestal-fuente original, asunto que también debería ser objeto de interés por parte de los organismos competentes.


Esta reciente agresión al patrimonio de los maracayeros es en gran parte producto del descuido y la inconsciencia con que las autoridades y los ciudadanos tratamos la estatuaria y el equipamiento urbanos (esculturas, fuentes, luminarias, bancos, rejas, jardineras, papeleras y otros elementos decorativos y utilitarios), cuyo propósito es no sólo rendir homenaje a hechos y personajes de nuestra historia (esculturas, placas de identificación y monumentos), sino también y sobre todo pretender hacer más grato – mediante el orden y el disfrute estético- el espacio en que hacemos vida, con frecuencia hostil en ciudades de alta densidad poblacional y bajo nivel de organización.

No escasean en Maracay los casos de obras perdidas o fuertemente lesionadas. Dados el número y gravedad de estos casos no ha bastado una sola entrada para agotar el tema, y, para no aburrir ni angustiar en demasía -que no es la idea-, ésta será la última, a no ser que otro suceso como el del monumento al cacique Maracay obligue la reincidencia.

También a orillas del lago Tacarigua, otro monumento parece haber comenzado a perder su pelea contra el abandono que ha sufrido por parte de las instituciones responsables de su salvaguarda: el conjunto escultórico conocido como “Plaza Tacarigua” y declarado Monumento Histórico Nacional en 1987. Al igual que las obras de Marisol Escobar y de Alejandro Otero, esta plaza constituye un privilegio para Maracay porque reúne un inusitado número de obras de Alejandro Colina, realizadas hacia 1933 y representadas por figuras y relieves antropomórficos y zoomórficos, presentes como esculturas o como elementos integrantes de fuentes, materos, asientos, cenefas y luminarias. A ello se agrega el magnífico panorama del lago que puede contemplarse desde su elevado emplazamiento.



















Secuencia de fotos de la Plaza Tacarigua tomadas entre 2001 y 2011. P. Hernández; IPC 2006.


Sin embargo, y contra toda costumbre conservacionista de la institución militar, bajo cuya jurisdicción se encuentra, entre 2001 y 2011 ha tenido lugar un notable deterioro del sitio, el cual se refleja en el descuido de las áreas verdes y en la destrucción del mobiliario, sobre todo de los asientos y de las luminarias, algunas de las cuales han perdido además sus magníficas pantallas estilo déco, confeccionadas con la técnica de vitral.






Vistas de deterioro de elementos del conjunto escultórico de Alejandro Colina (1933 ca.). Fotos P. Hernández 2011.


Otras obras muestran a diario su estado lamentable y su desamparo, como una agazapada lección de indolencia que sin notar aprendemos los que cotidianamente pasamos a su lado. Para muestra un botón: varios meses han transcurrido desde que colapsara (quizás por error de diseño) una creación de Rafael Martínez (1999?), ubicada en el cruce de las avenidas Universidad y Ramón Narváez, sin que hasta la fecha la Alcaldía de Girardot, propietaria de la misma, haya dispuesto su retiro.




Obra de R. Martínez. Fotos P. Hernández (2011).

Un pedestal vacío será siempre una visión menos vergonzante y pervertidora. Y es que, ¿qué ejemplo se está dando a la ciudadanía si no es el de la desvalorización, la irresponsabilidad y la negligencia sobre los bienes públicos, que también le pertenecen?


Es posible que dicho ejemplo, acaso ya interiorizado en nosotros, explique nuestro frecuente silencio acerca de la triste condición de muchos de estos bienes a lo largo y ancho de Maracay, y lo que es peor, acerca del maltrato irreflexivo del cual ellos son objeto por parte de los propios habitantes de la ciudad, tal como viene ocurriendo, a la vista de todos, con otra obra emblemática: el toro de Las Delicias.






El Toro de Las Delicias sobre su pedestal original (foto B/N). Dicho pedestal fue sustituido posteriormente por otro de mínima altura (foto a color). Ambas imágenes han sido extraídas de Maracay Forever.


Al parecer, tiende a convertirse en tradición de fin de carrera universitaria la vejación de esta hermosa creación del escultor francés Isidore Bonheur: una imagen dice más que mil palabras.




Insólita celebración de fin de carrera (2007 o 2008), en la que la emblemática figura del Toro de Las Delicias pareciera servir de víctima propiciatoria. Foto extraída de Maracay Forever e intervenida por P. Hernández (se ha protegido la identidad de las personas participantes en la celebración, pues lo que interesa es documentar la agresión contra nuestros bienes patrimoniales por parte de los propios ciudadanos, quienes deberíamos velar más bien por su salvaguarda).


Otra forma de agresión, de índole esencialmente urbana, ocurre bajo el ropaje de lo que se considera una expresión artística contestataria: el grafiti. Lamentablemente, la presencia repentina y anónima de los grafitis ha pasado de las paredes impolutas de las viviendas y de los edificios públicos a la delicada superficie de las obras de arte expuestas en las calles, con el consecuente deterioro de su calidad artística y del entorno donde se encuentran. Aparte de la degradación de la calidad de vida que tales acciones conllevan, la costosa recuperación de las obras irrespetadas resta posibilidades de inversión en el resguardo de otras.





Vista parcial del conjunto escultórico "Parque Virtual", de J.J. Moros (1999), declarado en 2000 Patrimonio Artístico de la Ciudad por la Alcaldía de Girardot y hoy intervenido con grafitis. Este conjunto ya había sido recuperado dos veces por el mismo motivo. Foto P. Hernández (2011).


Sin duda éstos son asuntos sobre los que las autoridades y los ciudadanos debemos reflexionar largo y tendido… ¡y con urgencia! De lo contrario, apaguemos la luz, y a otra cosa.



FUENTES:

Instituto del Patrimonio Cultural. (2006). Municipios Girardot y Linares Alcántara, estado Aragua [Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Región Centro Oriente: AR 03-17]. Caracas: Autor.

Maracay Forever. (2008?). [Página Web en línea]. Disponible: http://www.facebook.com/group.php?gid=7923738725 [Consulta: 2011, Septiembre 7].


ACTUALIZACIÓN INFORMATIVA:

Padilla, E. (2016, Noviembre 15). Pueblo aragüeño pide reapertura de la Plaza Tacarigua. El Aragüeño [Versión digital]. Disponible: http://elaragueno.com.ve/region/pueblo-aragueno-pide-reapertura-de-la-plaza-tacarigua/

lunes, 12 de septiembre de 2011

Monumento al Cacique Maracay o el calvario silencioso del patrimonio artístico urbano (II)


La mañana del pasado 4 de septiembre sorprendió a los habitantes del barrio Brisas del Lago con la ausencia de la estatua en bronce del mítico Cacique Maracay. El pedestal-fuente que lo sostuvo por 54 años lucía desnudo y desolado en medio de las aguas del lago y de la bora que en ellas crece y florece a sus anchas.


(Foto F. Barreto. El Siglo, 2011)


Cursada la denuncia, la respuesta de las autoridades fue bastante rápida, y 48 horas más tarde el bronce fue hallado, aunque sin su brazo derecho, amputado a fuerza de segueta.

La Secretaría de Estado para el Patrimonio Histórico de la Gobernación de Aragua ha decidido la reubicación de la obra en la plaza El Ancla, en el antípoda de su emplazamiento inicial, con el propósito de procurar su salvaguarda. Poco se dice en tanto sobre el destino del pedestal- fuente original que complementa la estatua del cacique, y sin el cual el monumento está incompleto. La noticia de que se hará una réplica de dicho pedestal para colocar el bronce en su nuevo sitio no obvia la obligación de garantizar también la conservación del auténtico en su locación de siempre, así como la recuperación de su otra función primigenia, es decir, como surtidor de una fuente ornamental. Desde luego que la concreción de esto último pasa por la opción que se seleccione entre todas las que plantea el crecimiento del lago, por una parte, y por los avances efectivos en la organización de las comunidades aledañas, por otra. Ambos factores dependen a su vez, y sobre todo, de la voluntad política.

Este caso de agresión al patrimonio de los maracayeros no es único, ni ocasional, ni tampoco aislado. Otros actos lesivos a la escultura urbana -por comisión o por omisión- ocurren con más frecuencia y diversidad de lo que tenemos consciente, y tal vez constituyan el caldo de cultivo para la progresiva destrucción de nuestros bienes culturales. Los ejemplos que aquí se muestran representan los más notables, y con toda seguridad, no agotan el inventario. Conviene decir que la notabilidad mencionada se relaciona más con el grado de las lesiones sufridas que con la calidad artística –por lo demás variable- de las obras agredidas.

Casos extremos de pérdida relativamente reciente, bien por destrucción evidente o bien por desaparición de obras sin que de ellas se conozca ni paradero ni destino, son la antigua fuente del circo de toros “César Girón” (Maestranza de Maracay); el busto en cemento de Arístides Bastidas en la urbanización Los Caobos; la obra “24 de julio de 1984”, de Juan Loyola, en el Complejo Cultural Santos Michelena; y la estatua en bronce de Simón Rodríguez, en la plaza El Estudiante (frente al mercado municipal), realizada por David David.

La demolición de la fuente ornamental en forma de copa que se ubicaba frente a la mezquita principal de la Maestranza (mezquita oeste), fue una innecesaria y lamentable decisión tomada por la municipalidad durante la intervención del coso calicantino en 1982 para la celebración de su cincuenta aniversario (enero de 1983).


Vista de la fuente frente a la mezquita oeste de la Maestranza de Maracay, ¿década de 1950? (Foto extraída de Maracay Forever).


Habrá que conformarse (consuelo de tontos) con la subsistencia del tallo de la copa, un hermoso trabajo de formas y motivos vegetales en piedra artificial, que preside desde 1983 y a todo riesgo un espacio dedicado a Francisco “Pancho” Díaz, quien fuera Presidente del Concejo Municipal del Distrito Girardot y antiguo epónimo de la hoy llamada urbanización “Calicanto”, según se desprende de la inscripción “urbanización Pancho Díaz”, que aún puede leerse al pie del tallo (1).


(Foto P. Hernández, 2008)


El busto del periodista científico Arístides Bastidas fue por su parte objeto de vandalismo sistemático, y progresivamente reducido a fragmentos hasta su total desaparición.


(Foto IPC, 2006).


El bronce de Simón Rodríguez desapareció hace ya varios meses sin levantar el ruido que ha provocado la reciente agresión al Cacique Maracay. No obstante, ambos hechos se vinculan por la similitud en las condiciones de descuido y abandono que favorecieron la presunta comisión de tales delitos.


(Foto P. Hernández, 2009?)


La obra “24 de julio de 1984”, realizada con material de desecho intervenido y sometida al rigor del clima en los espacios externos del complejo Santos Michelena, donde ya no está presente, parece haber sucumbido a la corrosión y a la desidia de sus custodios.


(Foto P. Hernández, 2006)


Las causas y consecuencias en perjuicio de esta creación de Loyola parecen ser también la realidad inexplicable de dos de las obras más significativas de la escultura contemporánea urbana en Maracay, por tratarse de escultores internacionalmente consagrados: “Tres figuras” (1968), de Marisol Escobar, situada cerca del sitio que ocupaba la creación de Loyola, y “Vertical vibrante plata” (1968), de Alejandro Otero, emplazada en la redoma El Óvalo, en el sector de Tapatapa.

La pieza de Marisol Escobar muestra el deterioro físico y la degradación estética derivados de años de descuido y de abandono a su suerte.


(Foto P. Hernández, 2006).


A la de Alejandro Otero le fueron sustraídas en 2004 las aspas de aluminio anodizado que le aportaban movimiento, sin que hasta ahora hayan sido repuestas a pesar de su enorme significado como primicia de la madurez creativa de su autor: “A partir de su premonitorio Mástil reflejante, de 1954, su expansión desemboca, para 1967-1968, en una asombrosa serie de obras destinadas a ocupar un espacio en la ciudad. Son finas, elegantes y altas construcciones metálicas, cuya materia o tipo le gusta variar. La primera, Estructura vertical vibrante, se encuentra a la entrada de Maracay”… (Diehl, 2001, p.135).


Vista de la Vertical vibrante de Otero en 2001. Ostentaba aún las aspas de aluminio anodizado (Foto P. Hernández).



Vista de la Vertical vibrante de Otero en 2006. Las aspas ya habían sido sustraídas (Foto IPC).

El descuido sobre esta obra clave por parte de la Alcaldía de Girardot, bajo cuya responsabilidad se encuentra, es tanto más notable e incomprensible cuando se conoce del trabajo de recuperación que ha realizado el Centro de Arte La Estancia-PDVSA sobre “Abra solar”, creación de Otero en el mismo estilo ubicada en Plaza Venezuela (Moreno González, 2007), experiencia y recursos que bien pueden ser asimismo solicitados con todo derecho para la obra maracayera.


Una obra en cemento policromado (¿de David David?), significativa por tratarse de la imagen de San José, patrono de la ciudad, permanece suelta a un lado de su pedestal desde febrero de 2011, cuando fue desmontada a objeto de reparar e incrementar la altura de aquél (Rodríguez Frisicchio, 2011), sin que a inicios del mes de septiembre de 2011 hubiera sido todavía restituida a su lugar por parte de la Alcaldía de Girardot, instancia responsable de su salvaguarda. Lo increíble es que ni siquiera la celebración de su día, el 19 de marzo, pudo ser factor de presión -lógico y esperable en cualquier lugar del mundo- para acelerar la restitución. Las condiciones para la sustracción de la imagen están servidas en bandeja; sólo faltan los malintencionados y los guapos pa' cargá, que sabemos que los hay, según hemos podido comprobar amargamente con lo sucedido a la escultura de nuestro cacique.  



(Foto Y. Rodríguez. El Aragüeño, 2011).



NOTAS

(1) Al respecto, señala Botello 2007 (p. 68): "Hubo la intención de dar [a la urbanización] el nombre del destacado maracayero don Francisco Díaz "Francisquito" y hasta se colocó una placa con su nombre pero siempre se le llamó solamente Calicanto, como fue llamada al comienzo su plaza de toros".



FUENTES:

Botello, O. (2007). Toponimia antigua de Maracay: Calles, plazas, esquinas, plazas, sitios. Maracay: Concejo Municipal de Girardot.

Diehl, G. (2001). El arte en Venezuela en los años 50: Una visión de vanguardia. Caracas: Consejo Nacional de la Cultura-CONAC.

Instituto del Patrimonio Cultural. (2006). Municipios Girardot y Linares Alcántara, estado Aragua [Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Región Centro Oriente: AR 03-17]. Caracas: Autor.

Maracay Forever. (2008?). [Página Web en línea]. Disponible: http://www.facebook.com/group.php?gid=7923738725 [Consulta: 2011, Septiembre 7].

Moreno González, S. (2007, Junio 12). “Abra solar” de Otero estará listo en julio. Últimas Noticias. Caracas.

Recuperado monumento de indio Maracay. (2011, Septiembre 6). El Siglo [Periódico en línea]. Disponible: http://www.elsiglo.com.ve [Consulta: 2011, Septiembre 7].

Rodríguez Frisicchio, Y. (2011, Agosto 2). Imagen de San José se mantiene fuera de su pedestal. El Aragüeño [Periódico en línea]. Disponible: http://w.w.w.el-aragueno.com.ve. [Consulta: 2011, Septiembre 7].

viernes, 9 de septiembre de 2011

Monumento al Cacique Maracay o el calvario silencioso del patrimonio artístico urbano (I)

Monumento al Cacique Maracay, posiblemente hacia la década de 1960 (Foto col. M. Ruffino, extraída de Maracay Forever).


El barrio Brisas del Lago amaneció el pasado 4 de septiembre sin la presencia de su habitante más conspicuo: el cacique Maracay. Desde siempre destacó en el barrio su imagen solitaria oteando el horizonte del lago Tacarigua, sin que, en el transcurso de más de medio siglo, el mítico personaje pareciera preocupado por su integridad física, aun cuando a comienzos de la década de 1970 ya le habían sido sustraídos su arco y sus flechas. Aparte de sus perdidos implementos de caza y de guerra, sólo se echaba en falta por esos años lo que parece haber sido una pequeña placa metálica sobre su moderno pedestal, el cual también era el hermoso surtidor de una fuente que, por cierto, a la vuelta de poco más de una década de inaugurada, acusaba abandono.

Monumento al Cacique Maracay, en 1971 (Foto col. A. Fernández, extraída de Maracay Forever). 


Recientemente el lago, reclamando sus espacios de otros tiempos, agregó este monumento a sus islas, y, rodeada de agua y de bora por todas partes, la figura del cacique se hizo en la distancia más solitaria y vulnerable.

Monumento al Cacique Maracay, en octubre de 2010 (Foto de D. Diez, extraída de Maracay Forever).


Dicha obra, tan emblemática al sur de la ciudad como el toro de Las Delicias al norte, no escapó esta vez a la barbarie: al resguardo de una madrugada dominical, la mole de bronce, con 4 metros de envergadura y 800 kilos de peso, fue desprendida y sin duda dejada caer desde lo alto de su pedestal. Cuarenta y ocho horas después, emprendida su búsqueda luego de cursada la denuncia por parte de los residentes del barrio, la estatua fue encontrada a corta distancia de su emplazamiento, sumergida a metro y medio de profundidad. Su brazo izquierdo, el que una vez sostuvo el arco y las flechas antaño robadas, ha sido amputado y desaparecido, y su brazo derecho muestra cortes que hacen pensar en un trabajo dejado a medias (Ontiveros, 2011). Hay que decir que la rápida reacción de la Secretaría de Patrimonio Histórico de la Gobernación de Aragua y del Comando de Guardacostas de la Fuerza Armada -con el apoyo de cuadrillas vecinales- evitó lo que pudo ser un mal mayor: la total segmentación de la obra en trozos transportables, y su daño irreversible o su desaparición definitiva.







Proceso de rescate y traslado a la Base Sucre de la escultura luego de su localización bajo las aguas del lago, el 06 de septiembre de 2011 (Fotos de El Siglo. La quinta es de El Periodiquito).


La coordinadora de la Secretaría de Patrimonio Histórico, Amalia Preziuso, declaró a la prensa que la escultura, hoy bajo custodia en la Base Aérea Mariscal Sucre, será reubicada en el término de unos dos meses en la Plaza El Ancla (cruce de las avenidas Mérida y Constitución), para lo cual se construirá un pedestal similar al actual. La reubicación favorecería, según Preziuso, el reguardo de la obra del vandalismo, así como su mantenimiento (Otaiza, 2011).

Escultura del Cacique Maracay (IPC, 2006).


Hasta aquí todo bien dentro de lo que cabe, pero quedan en el aire fuertes inquietudes: ¿la escultura será restaurada?, y en tal caso, ¿quién se encargará de la restauración? Por otra parte, ¿dos meses son suficientes para poner la estatua a punto en términos cualitativos y hacer una digna réplica del pedestal?

La obra se atribuye a Alejandro Colina, pero, a menos que esté firmada, la marcada diferencia estilística con otras realizadas por este escultor en la misma época siembra dudas al respecto. Ello no impide, sin embargo, reconocer su valor artístico y su significación patrimonial, factores que determinaron su inclusión en el Registro General del Patrimonio Cultural Venezolano, y por tanto su amparo bajo la Providencia Administrativa 012/05, la cual, en su artículo 21, determina que “toda intervención de los bienes culturales inscritos en el Registro General del Patrimonio Cultural que pudiera afectar los valores que motivaron su inclusión en el mismo, deberá ser previamente autorizada por el Instituto del Patrimonio Cultural [IPC]”… La cuidadosa selección de quien haya de encargarse de la restauración de la obra tiene que ser, entonces, absolutamente prioritaria. Deben confluir en esa persona el conocimiento, la experiencia y el talento, y es preciso que la misma cuente con el aval del IPC. Conviene asimismo advertir que la escultura se encuentra estrechamente vinculada al pedestal-fuente concebido para soportarla. De hecho, es posible que los altorrelieves que lo adornan sean obra del mismo autor. Por último, importa recordar que la redoma conformada por el conjunto escultórico (estatua y fuente) -conocida como Redoma El Indio- ha sido igualmente incluida en el Registro y en consecuencia es también sujeto de la mencionada Providencia (IPC, 2006).

Redoma El Indio en 2009 (Foto de D. Diez, extraída de Maracay Forever).


El artículo 7 de la Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de Monumentos y Conjuntos Histórico-Artísticos (Carta de Venecia, 1964) señala que un monumento es inseparable de la historia de la cual es testigo y del lugar en el que está ubicado, de manera que el desplazamiento de todo o parte de él sólo puede consentirse cuando lo exija su salvaguarda. El artículo 8 del mismo documento dispone que “los elementos de escultura, pintura o decoración que son parte integrante de un monumento sólo pueden ser separados cuando esta medida sea la única viable para asegurar su conservación”. Es probable que, tal como se presentan las cosas, las circunstancias obliguen la desarticulación entre el bronce del cacique Maracay y el pedestal-fuente que lo complementa. A la vista está que se trata de la medida más viable, por lo menos hasta que estén garantizadas las condiciones de preservación del monumento como un todo en su emplazamiento inicial, para lo cual tal vez haya que esperar unas cuantas décadas. Mientras tanto, es obligación de los organismos competentes (IPC, Gobernación del Estado Aragua y Alcaldía de Girardot) procurar y velar también por la conservación del pedestal-fuente original.

Este caso de agresión al patrimonio de los maracayeros, impactante por la significación del monumento y por el brutal ensañamiento de que ha sido objeto, no es en modo alguno singular. Representa más bien -y perdón por el lugar común- la punta del iceberg. En próxima entrada se hará un recuento somero pero sustancial de otros actos lesivos a la estatuaria urbana -por comisión o por omisión- que quizá constituyan sin que nos percatemos el caldo de cultivo para la progresiva destrucción de nuestros bienes culturales.


FUENTES:

Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de Monumentos y Conjuntos Histórico-Artísticos (Carta de Venecia). (1964). [Documento en línea]. Disponible: http://www.icomos.org/ [Consulta: 2009, Noviembre 12].

Insólito: encontraron la estatua del Indio Maracay en el Lago de Valencia, después del robo (2011, Septiembre 06). Noticias24. Disponible: http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/312274/antisociales-remueven-estatua-del-indio-maracay-y-la-dejan-abandonada-en-el-lago-de-valencia/

Instituto del Patrimonio Cultural. (2006). Municipios Girardot y Linares Alcántara, estado Aragua [Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Oriente: AR 03-17]. Caracas: Autor.

Maracay Forever. (2008?). [Página Web en línea]. Disponible: http://www.facebook.com/group.php?gid=7923738725 [Consulta: 2011, Septiembre 7].

Providencia Administrativa N° 012/05 (Instructivo que regula el Registro General del Patrimonio Cultural Venezolano y el manejo de los bienes que lo integran). (2005, Junio 30). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 38.237, Julio 27, 2005.

Ontiveros, J. (2011, Septiembre 7). El Indio permanecerá resguardado en Base Sucre. El Aragüeño [Periódico en línea]. Disponible: http://w.w.w.el-aragueno.com.ve. [Consulta: 2011, Septiembre 7].

Otaiza, J. (2011, Septiembre 7). Vecinos hallaron las plumas perdidas. El Aragüeño [Periódico en línea]. Disponible: http://w.w.w.el-aragueno.com.ve. [Consulta: 2011, Septiembre 7].

Trimarchi, K. (2011, Septiembre 07). ¡Sobrevivió el Cacique Maracay!: Rescatado El Indio de las aguas del Lago, sin parte de un brazo y sin el penacho. El Siglo. En: Aragua Sin Miedo. Disponible: http://asmenlinea.blogspot.com/2011/09/sobrevivio-el-cacique-maracay-rescatado.html